El equipo de Gareca se hizo fuerte atrás y le ganó el duelo por la clasificación a Colombia bancando el invicto de su arco. Tremenda decepción para los de Pekerman, que para pasar necesitan que haya un ganador entre Brasil y Venezuela. Sólo Brasil no puede ser rival de la Argentina.
Suena increíble que en un grupo con Brasil y Colombia el primer clasificado sea Perú. Pero así fue: con mucha hidalguía y algo de suerte, el equipo de Gareca empató sin goles contra Colombia y le ganó el duelo por la clasificación, dejando a los de Pekerman a la espera de un resultado que los favorezca en el partido entre Brasil y Venezuela. Ahora los cafeteros tienen que rezar para que haya un ganador en ese encuentro, caso contrario quedará eliminado de la Copa América.
Y pensar que Colombia empezó como para golear. Tuvo un inicio furioso, a 220v, con James enchufado, Falcao y Teo acompañando con potencia y Cuadrado metiéndole la cuota de picante. En esos primeros minutos se vio lo mejor del equipo de Pekerman. Allí fue cuando se gestó la que tuvo el Tigre y también la que se perdió James, haciéndonos preguntar hasta cuándo iba a poder aguantarlo Perú. Daba la sensación de que los cafeteros se llevaban la clasificación caminando, sin embargo fueron los de Gareca los que terminaron festejando el pase a cuartos.
En cuanto Gareca acomodó las piezas, Colombia se desinfló. Ya no le fue tan sencillo llegarle con claridad al arco del peruano Gallese y, como consecuencia, la desesperación empezó a jugarle en contra. Los de Pekerman sabían que tenían que ganar para no depender de nadie, pero a medida que pasaban los minutos esa posibilidad se veía cada vez más lejana. Entonces James perdió precisión, Cuadrado desapareció y Falcao y Teo quedaron a merced de lo que pudieran hacer por cuenta propia. Para colmo Perú se le animó y amenzó con ponerse en ventaja a través de Guerrero, ese inagotable goleador que sigue metiendo miedo en el área.
Apretados por el tiempo y desencajados con la situación, los cafeteros apelaron a la violencia: la más fuerte fue la de James, quien le metió un codazo de roja a Advincula que el árbitro Pitana no consideró para tanto. Pero para ese entonces ya se notaba la impotencia de Colombia, que veía cómo se le escapaba su chance. Algo que finalmente sucedió, porque el empate lo dejó librado a lo que pase entre Brasil y Venezuela, partido en el que los de Pekerman necesitan que haya un ganador. Si no, afuera. Lo que sería aún más decepcionante, ya que llegó a la Copa como uno de los candidatos a llevársela por lo hecho en el último Mundial y porque, además, contaba con Falcao, el gran ausente en Brasil 2014. Así que, José, prendete una vela.
