El incidente comenzó cuando personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) solicitó presencia policial en la intersección de Avenida Segui y Calle Comodoro Ramírez debido a un conductor que se negaba rotundamente a someterse al test de alcoholemia.
El sujeto, identificado como W. M., circulaba en un vehículo Toyota Hilux. Tras labrar el acta de infracción correspondiente, y mientras se esperaba la llegada de la grúa para el secuestro del rodado, Hernández encendió el vehículo y emprendió una fuga a alta velocidad.
La huida desencadenó una persecución policial que finalizó en el domicilio del infractor, en Calle Gutiérrez de la Concha. Ingresó con el vehículo a un estacionamiento compartido por varios departamentos del predio. Fue allí donde el personal policial logró darle alcance y efectuar la aprehensión cuando intentaba ingresar a su departamento.
Daños a Móviles Oficiales
Lamentablemente, la persecución resultó en daños materiales para las fuerzas de seguridad: el móvil policial RI-1223 sufrió un impacto en su lateral derecho, y el móvil de Guardia Urbana, RI-32, sufrió un choque frontal.
Una imagen ilustra el daño causado al móvil L-32 de la Guardia Urbana. Se aprecia claramente la camioneta blanca, marcada como ‘SEGURIDAD URBANA’, habiendo colisionado frontalmente contra un contenedor de escombros de color naranja. La unidad presenta un golpe severo en el frente, con el capó levantado, lo que confirma la magnitud del impacto sufrido por el vehículo oficial durante el procedimiento.
Las autoridades judiciales fueron informadas de inmediato, incluyendo a la Dra. Gómez de Fiscalía y la Dra. De La Puente de la Oficina Judicial.
Las diligencias estuvieron a cargo del Oficial Sub Inspector Quiñenao Mario y el Sargento Primero Vibes Gaston (Móvil RI 1223). El informe preliminar consigna «Sin Novedad» respecto a lesiones personales, más allá de los daños a los vehículos.
