Pablo Moyano cuestionó al titular de la CGT oficialista Antonio Caló, luego que el metalúrgico expresara su «preocupación» por la situación económica y la inflación. «Salió por las propias presiones de sus trabajadores», evaluó. Más temprano, Caló había advertido que «a la gente no le alcanza para comer».
El dirigente camionero Pablo Moyano salió con los tapones de punta contra el jefe de la CGT oficialista Antonio Caló, luego que el metalúrgico expresara su «preocupación» por la situación económica y la inflación.
«Parece que Antonio Caló se despertó de la siesta», afirmó con ironía el hijo de Hugo Moyano.
«Creo que recién ahora reacciona con lo que está pasando con la inflación. Salió por las propias presiones de sus trabajadores», evaluó Pablo, que ocupa el cargo de secretario general adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones.
En diálogo con radio El Mundo, el sindicalista rechazó por ahora un acercamiento con la CGT oficialista. «No hay una posibilidad de unión con la CGT de Caló, si esto significa ir a aplaudir a los actos oficiales. Sería importante que los dirigentes se junten para defender los intereses de los trabajadores», consideró.
Por último, Moyano advirtió que luego de las últimas medidas económicas «el gobierno ha perdido el rumbo» y que «el problema hoy es la falta de liderazgo de la Presidente, no se hace cargo de la situación del país». «Hay un desgobierno, la presidenta esta tres meses sin hablar y después aparece y no dice nada», remarcó.
Esta mañana, Caló advirtió que «a la gente no le alcanza para comer».
En diálogo con Radio Mitre, Caló resaltó que para «la gente es una realidad, con lo que está ganando, al menos a los metalúrgicos, a la gente, no le está alcanzando para comer. Esto es así».
En su opinión «está todo el mundo preocupado, de la Presidenta para abajo, estamos todos preocupados» por la situación económica que atraviesa Argentina.
En su encuentro con periodistas, al ser consultado sobre las discusiones paritarias de este año, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich respondió que se «van a cumplirse regularmente»: «No existen razones objetivas para modificar absolutamente nada, las negociaciones se van a ir dando con el curso normal», planteó el funcionario, que enfatizó que en 2003 había «200 convenios colectivos de trabajo, ahora, el equivalente a 1.500, y la meta del Ministerio de Trabajo es de 1.650».
