Pablo Das Neves dió su opinión sobre las elecciones primarias

El subsecretario de Gobierno, Pablo Das Neves, analizó las elecciones celebradas el 14 de agosto y remarcó que desde el dasnevismo “no piensan abandonar sus convicciones” a pesar de los resultados. Además el funcionario provincial…

lunes 22/08/2011 - 18:00
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El subsecretario de Gobierno, Pablo Das Neves, analizó las elecciones celebradas el 14 de agosto y remarcó que desde el dasnevismo “no piensan abandonar sus convicciones” a pesar de los resultados. Además el funcionario provincial subrayó que “no creemos en el modelo nacional y popular” que conduce la presidenta cristina Fernández de Kirchner.

A continuación el texto completo de la nota:

En primer lugar, corresponde felicitar al Frente Para la Victoria en general y a sus militantes en particular por el triunfo obtenido en las elecciones primarias del 14 de agosto pasado. Independientemente de las innumerables irregularidades que han aparecido y se continúan detectando, el 50.1% representa un porcentaje contundente.

En cada proceso eleccionario, en un contexto democrático, el electorado opta entre distintas ofertas electorales. Es difícil, sino imposible, tratar de encontrar y estandarizar los factores motivacionales de los votantes.

Sin embargo, ante la contundencia de los números, uno solo no puede más que reconocer la victoria y la infalibilidad de la decisión popular. Las reglas de la democracia se sustenta en la delegación de la responsabilidad de gobierno por medio de la voluntad colectiva de un grupo de personas. La lógica indica que si el pueblo no se equivoco cuando nos apoyo, de igual manera tampoco se equivoco cuando opto por otra oferta electoral.

No obstante, no es la primera vez que me equivoco.

El 14 de mayo de 1995 Carlos Saúl Menen también obtuvo la reelección con un abrumador 49.94% quebrando el bipartidismo con la Unión Cívica Radical. Comunicacionalmente se trasmitía que vivíamos en un país “del primer mundo”, donde en las calles se festejaba el ser un Aliado de la OTAN, y se recurría a un modelo nacional al señalar “achicar el Estado es agrandar la Nación”.

En aquel momento no creíamos en el discurso oficial. Por el contrario, creíamos que había una situación de desindustrializacion, de perdida de competitividad por parte de las economías regionales, de un sistema de corrupción funcional, de una creciente informalizacion del empleo, sumado a alarmantes niveles de pobreza e indigencia.

Éramos acusados de no ser leales al partido, de no entender la realidad, de no acompañar un modelo que había modernizado el país, de quedarnos en el pasado y no entender el presente y mucho menos el futuro.

Hoy, 15 años después, no creemos en el “modelo nacional y popular” que propone “carne para todos”, viajes en “tren bala” o 20.000 millones de dólares en inversiones chinas. Tampoco nos parecen cuestiones menores el hostigamiento a quien piensa distinto, o las numerosas situaciones irregulares que permiten suponer un sistema corrupto como el caso Shocklender o Antonini Wilson.

Somos nuevamente acusados de no ser leales al partido, de haber “sacado los pies del plato”, de no entender la realidad, de no acompañar un modelo que cambio el país, de quedarnos en el pasado y no entender el presente y mucho menos el futuro.

Al recorrer el país como parte de la campaña a presidente de Mario Das Neves primero, y de Unión Popular después, tuvimos la oportunidad de conocer las realidades que el modelo nacional y popular decidió olvidar. Pobreza, marginación, clientelismo, insalubridad, conflictividad, resignación. Son muchos los problemas de nuestro país, que no desaparecen solo por ignorarlos.

Nuestras convicciones de luchar por un país mas justo, libre y soberano las hemos demostrado en la practica mediante una gestión que revoluciono una provincia. Sabemos lo que queremos, sabemos como hacerlo, y lo podemos demostrar.

Llevamos ya 6 años de un esquema inflacionario de 2 dígitos anuales. Si bien el Gobierno Nacional estableció una nueva doctrina economía al señalar que la inflación solo afecta a los sectores más pudientes, la realidad desmiente tajantemente esta afirmación. La inflación impidió sacar de la pobreza del 2008 a la fecha a más de 3,2 millones de personas. La ausencia de un plan serio de combate a este flagelo se reemplazo con parches necesarios pero inútiles, como la Asignación Universal por Hijo, la cual ha perdido todo efecto por los niveles inflacionarios actuales.

A nivel de Balanza Comercial del Sector Externo, el superávit viene cayendo trimestre a trimestre y con fuerte dependencia de un solo producto (el “yuyo” soja). Además, existe un desequilibrio entre los otros sectores productivos, sea en precio como en cantidades. Desde el 2006 los ingresos por la exportación de soja crecieron fuerte y sostenidamente, pero debido a que el precio internacional subió de 300 a 500 dólares la tonelada, mientras que las cantidades se mantuvieron prácticamente constantes. Como contraposición, los demás sectores de la economía han pasado a tener déficit de balanza de comercio exterior. Hoy, por cada 3 dólares que se exporta de soja, el resto de los sectores tiene un déficit comercial de 2 dólares.

Las reservas internacionales no solo están estancadas sino que también se ha visto afectada la calidad de dichas reservas, dado que en el 2007 la tenencia de deuda del tesoro del BCRA representaba el 40% de las reservas internacionales, y a mayo de este año la relación paso al 80%.

El superávit fiscal, aun con el vergonzoso maquillaje contable, es un recuerdo del pasado y hemos vuelto al autofinanciamiento vía emisión monetaria. Midiéndolo correctamente, desde el 2009 que la economía opera con déficit.

El empleo no crece, mientras si lo hace la informalidad del mismo. Los niveles de pobreza e indigencia van en aumento, vistos incluso con la realidad alternativa del INDEC.

En síntesis, las mismas o similares señales de alarma que vimos en 1995 estamos viendo ahora. La coherencia de pensamiento y la fuerte convicción en nuestros ideales nos obligan a señalarlo y no acompañar lo que consideramos se esta haciendo mal

Una anécdota: El miércoles 7 de mayo de 1997 se voto en la Cámara de Diputados la privatización del Banco Hipotecario, en aquel momento, un ignoto diputado de una lejana provincia del sur enfrento duramente a las autoridades de su partido porque consideraba que se estaba cometiendo un grave error. Mario Das Neves debió sufrir el escarnio y la discriminación dentro de su propio bloque y las facturas que le pasaron en la siguiente elección por parte de muchos diputados que votaron con las dos manos la privatización del BHIP y hoy se manifiestan como fanáticos militantes kirchneristas del modelo nac&pop.

Hoy es el 60 aniversario del renunciamiento de Eva Perón, quien renuncio a los honores pero no a la lucha. Para quienes nos consideramos verdaderos justicialistas, el nunca renunciar a la defensa de las convicciones es la mejor manera de honrarla.

Por Pablo Das Neves

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