Pese a la promesa de YPF de asegurar el abastecimiento ayer, hubo varias estaciones de servicio que no tenían combustible. Hubo reclamos oficiales a la empresa y dicen que en dos días se normalizaría, informó Diario Jornada.
Cada camión que descarga no es suficiente. Es que en Trelew las estaciones de servicio están trabajando con el combustible al límite. Algunas surtidoras venden, otras no. Y es producto de la paranoia del conductor al creer que “en cualquier momento nos podemos quedar sin nafta”, entonces “vienen muchos autos, y llenan el tanque”. Es un fenómeno que se repitió en los últimos días como consecuencia de la falta de carburante, por paros o decisiones empresariales.
En Trelew hay 13 estaciones de servicios. Y no en todas existe el mismo problema. Algunas cierran y aquellas que optan por vender desbordan de vehículos y el combustible se mantiene sólo por algunas horas. “La gente está tan mitificada con que falte nafta, que directamente viene y llena el tanque. Incluso muchos vienen con bidones”, dicen los despachadores.
Largas colas se repiten en las estaciones. “Desde ayer no tenemos combustible, y no sabemos cuándo van a llegar los camiones, estimamos que mañana (hoy) al mediodía puede descargar uno, pero no hay certezas”, señalan los empleados de ESA.
Por su parte el ACA ayer atendió con normalidad. “Es hasta que se termine. El camión llegó hoy (ayer) a las 6, y pudimos trabajar. Tenemos 90 mil litros de capacidad, pero analizando la cantidad de vehículos que ingresan, mañana ya no tenemos”, manifestó a este diario el encargado. “Tenemos Súper, Gas Oil y Premium”, agregó.
En Don Paco la situación es parecida, aunque aclararon que “el servicio no se normalizó. La gente viene y llena el tanque porque sabe que puede faltar. Acá vamos a atender hasta que se termine”, señalaron desde la estación.
“Estimamos un camión por día”, comentó el encargado consultado sobre la cantidad de combustible que llega a diario a la estación. “Pero así como descarga también se va. Nunca tuvimos tantos autos cargando”, indicó en referencia al número de vehículos que esperaba su turno para ser atendido. “Vendemos todo, no hay un límite para la venta, por eso calculamos que a este ritmo pronto no nos va a quedar nada más”, confesó el encargado de la estación.
