Oscar Quintonahuel, el hombre no vidente, es una figura emblemática de las calles de Comodoro Rivadavia, donde desde hace 15 años pone música con su acordeón.
Con una trayectoria de 29 años participando en peñas y festivales, Oscar decidió en 2010 llevar su música al centro de la ciudad, conquistando a los transeúntes con cada nota que nace de su instrumento.
Desde entonces, es habitual encontrarlo sobre la intersección de las calles San Martín y Pellegrini, donde dedica sus mañanas y tardes a tocar para quienes pasean o realizan sus trámites diarios.
«Se me ocurrió un día venir a tocar para pasar el tiempo, y como a la gente le gustó, sigo viniendo. Cuando no estoy, me preguntan por qué no vengo» relató Oscar a El Comodorense Radio.
Su rutina habitual es de 10 a 13 de la mañana, y los viernes y sábados también de 16 a 20 horas.
