Varios vecinos se sumaron a la idea de Haydée, que padece problemas cardíacos. Entre partidos y cervezas, le dan una mano para que pueda comprar sus medicamentos.
En consecuencia a sus problemas de salud, Haydée comenzó a organizar torneos de vóley en el patio de su casa, en el barrio bonaerense de José C. Paz, para costear la comida y sus medicamentos, según publica TN.
Su primera complicación comenzó cuando se le tapó la válvula aórtica, por lo que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, su primera operación a corazón abierto. Hasta el momento, la mujer se paro firme, pero la vida le iba a seguir jugando malas pasadas.
‘’Me separé. Mi marido se fue y me dejó a mí y a mis hijos sin obra social La obra social era todo para mí, la razón para estar en pie’’, contó.
Luego de la operación, Haydée pudo volver a trabajar, cuidando chicos y limpiando casas, pero se le complicaba para hacer el tratamiento, tenía consultas cada quince días. Ya de por sí, la situación era difícil, pero sin obra social, la cosa se puso mucho mas complicada.
‘’Dejé el tratamiento porque mis hijos no tenían que comer. Así por lo menos podía comprar polenta, arroz y saquitos de té. Pero yo sabía que sin el medicamento no podía, iba a tener serios problemas’’, relató.
Y así fue. Se desmayó en el tren, y cuando la vio su médico le dio la peor noticia, la válvula mecánica que le pusieron en la primera operación, se había tapado también.
Haydée iba a ser ingresada a quirófano por segunda vez, pero las condiciones no eran las mismas que la primera. La operación iba a ser mucho más riesgosa que la anterior y continuaba sin obra social.
Pero allí apareció Osvaldo, su ángel de la guarda, que hoy es su marido. En aquel entonces se estaban conociendo, se habían visto dos o tres veces. Él trabaja en una metalúrgica y gestionó todo par agregar a Haydée a su obra social. Le salvó la vida.
Volvió a ganar la pelea y se recuperó. Pero esta vez va a continuar el tratamiento y aunque tengan descuentos, los medicamentos le salen 135 mil pesos por mes. Y como si esto fuese poco, cayó la pandemia.
Empezó vendiendo empanadas en su casa, luego agregó bebidas y se terminó armando el torneo de vóley: ‘’Empecé a poner en los estados de WhatsApp y los vecinos me hicieron el aguante’’.
Los vecinos y conocidos del barrio asistieron. Mientras se toman una cerveza y juegan unos partidos de vóley, colaboran con Haydée para que pueda costear sus medicamentos.
