Durante años, quienes transitan por el centro de la ciudad se acostumbraron a cruzarse con “Chuck Norris”, un hombre en situación de calle que siempre se destacó por su respeto, su educación y sus ganas de compartir historias. A su lado, inseparable, vivía Orejas: un perro mestizo al que Chuck rescató de la calle y que desde entonces se convirtió en su compañero y protector.
El vínculo entre ambos llamó la atención de muchos vecinos. Todas las noches, Orejas dormía a su lado, atento a cualquier peligro, como si entendiera que se necesitaban mutuamente para sobrevivir.
Sin embargo, hace unos días, vecinos notaron algo distinto. Orejas caminaba por el centro con los ojos apagados, débil y sin fuerzas, como si hubiera dejado de luchar. La imagen conmovió profundamente a quienes lo conocen.
Pese a que el grupo que suele asistir a animales en situación de riesgo había decidido no involucrarse en nuevos casos hasta regularizar gastos pendientes, el estado del perro volvió imposible mirar hacia otro lado. Orejas fue trasladado de urgencia a la veterinaria Matías, donde quedó internado bajo cuidados especiales. Su pronóstico es reservado.
Ahora, solicitan la colaboración de la comunidad para costear su tratamiento y darle una oportunidad de volver a caminar junto a Chuck, su compañero de vida.
Quienes puedan ayudar, pueden hacerlo mediante el siguiente alias: ESFERA.MOZO.POLO.MP
