París, en alerta roja, enfrentó este martes temperaturas abrasadoras en medio de la temprana e intensa ola de calor que obligó a cerrar escuelas en Francia y Países Bajos, así como el último piso de la Torre Eiffel.
Los científicos alertan desde hace años sobre el impacto del cambio climático en las olas de calor, sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más intensos y frecuentes.
En varios puntos del continente se activaron alertas por el calor extremo, que la ONU calificó de “asesino silencioso”, desde Portugal a Croacia y Grecia, pasando por Alemania, Austria y Suiza.
“Como resultado del cambio climático provocado por el hombre, el calor extremo se está volviendo más frecuente, más intenso. Es algo con lo que tenemos que aprender a vivir”, dijo Clare Nullis, portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
