Entre colchones, muebles y electrodomésticos asomaron las cubiertas del impecable BMW descapotable rojo, con patente paraguaya y valuado en más de 96 millones de pesos. No hay dudas que viajaba escondido en el camión de mudanzas que había salido de Posadas (Misiones) y que tenía como destino, según dijo el conductor, al barrio porteño de Villa Luro. Sea cuál fuere el motivo de su ingreso al país, su dueño no lo reclamó. Al menos, por ahora.
El hallazgo ocurrió el pasado 2 de mayo, en el kilómetro 363 de la Ruta Nacional 14, a la altura del peaje Piedritas, en el departamento de Monte Caseros, en Corrientes, donde un control de Gendarmería detuvo la marcha del camión tras una información brindada por el Centro Internacional de Análisis del Delito Complejo en la Triple Frontera.
Al requisar el vehículo, encontraron el BMW que no contaba con la admisión temporal que avalara su ingreso legal al país. En síntesis, los gendarmes dieron aviso al juzgado y a la fiscalía Federal de Pasos de Los Libres y el auto de lujo quedó secuestrado en un galpón de ARCA. En cambio, el chofer del camión siguió su camino con la supuesta mudanza.
Investigadores que conocen de cerca cómo opera la criminalidad en la zona de la Triple Frontera, incluso, aventuran que es probable que los responsables del camuflaje buscaron evitar el paso fronterizo Tancredo Neves (Brasil Argentina) y Bernardo de Irigoyen (Brasil/Argentina), debido a que en ese sitio se escanea el 100 por ciento de las cargas. No sucede lo mismo en Encarnación/Posadas (Paraguay/Argentina) por donde habría pasado el vehículo.
