Según contó, todo comenzó ayer alrededor de las 4 de la mañana, cuando empezaron las contracciones: “Empecé con labor de parto, llamé a mi familia pero imaginate que a esa hora no es lindo que te llamen. Además, yo tenía fecha para el 26 de noviembre, fue algo totalmente repentino”, relató en FM La Petrolera.
A la urgencia se le sumó el contexto del temporal de viento, que complicó cualquier intento de traslado:
“No andaba la aplicación de Uber por el tema del ventarrón, remis Kilómetro 8 y remis Estándar no tenían autos disponibles, te ofrecían remis para media hora o diez minutos. Entonces salí caminando en el medio de la avenida”.
Fue en ese momento cuando se cruzó con su vecino, Manu Luaro, quien se convirtió en el primero de sus rescatistas: “Me encontré a mi vecino, Manu Luaro, que fue quien me asistió y paró un auto de uno de los chicos que estaba comprando para traerme al hospital. En ese momento rompí bolsa”.
El conductor que se detuvo, al que la mujer describe como “un ángel guardián”, se llama Marco Falcón:
“Vamos a nombrarlo porque la verdad que fue mi ángel guardián. Se llama Marco Falcón, el conductor al que le debemos hasta el tapizado del auto”, dijo entre risas y alivio.
Primero se dirigieron al llamado “minihospital” del barrio Estándar, donde, según denunció, no recibieron la asistencia necesaria: “Fuimos primero al hospital, al minihospital que se le dice en Estándar, donde nunca hay nadie, porque nunca hay nadie. Después nos dirigimos al Militar, porque yo ya había tenido a la bebé y necesitábamos cortar el cordón o que me ayudaran. A Manu le dieron solo una gasa. Fue un abandono total de persona siendo una situación de urgencia”.
Ante la falta de respuesta, continuaron hasta el Hospital Alvear, donde finalmente fueron asistidas:
“Llegamos hasta el Alvear, donde me atendieron. Esperamos hasta que se pudiese cortar bien el cordón y ellos ayudaron a sacarme la placenta”.
La mamá remarcó que, más allá de las falencias en la atención, los verdaderos protagonistas fueron los dos hombres que la ayudaron desde el primer momento: “Los que en realidad son héroes acá son los chicos que me ayudaron a mí y a la bebé, siendo que habían salido a comprar suministros por si se cortaba la luz, cosas para su casa para no tener que salir. Yo te juro que paré miles de autos en el medio de la avenida con el dolor, pero Dios me mandó dos ángeles guardianes, dos hombres espectaculares que, sin saber de partos, se animaron a ayudar”.
El parto se terminó concretando dentro del vehículo, en plena calle y con el temporal azotando la ciudad:
“Fue todo muy rápido, muy rápido. Entre las 4.30 y las 5 de la mañana, en el medio de la calle. Yo creo que se adelantó por el tema del viento, vino con la fuerza del viento comodrense”, expresó.
La bebé nació dentro del auto y luego fue derivada al área de Neonatología por las características del parto. Hoy se encuentra en buen estado de salud: “Sí, la bebé nació dentro del vehículo. Gracias a Dios, ahora está en Neo por el tema del parto, pero es una nena hermosa, rubiecita, de ojos celestes, muy bonita, no llora, es súper tranquila. La verdad es que le agradezco a Dios y a los dos angelitos que nos tocaron en el medio del camino. Me mandan mensajes todos los días desde que llegamos para ver cómo está ella y cómo estoy yo. Súper agradecida”.
La recién nacida se llama María Anel Ley. Su mamá, que ya tenía cinco hijos, la presentó con orgullo:
“Es mi tercer niña, ya tengo tres nenes y tres nenas. A pesar de todo lo que pasó, estoy muy feliz y muy contenta”.
