En diálogo con FM La Petrolera, Víctor Chicahuala, secretario gremial del SOEM, detalló la gravedad de la situación: “Este es un reclamo generalizado que venimos sosteniendo desde el año pasado. Llegó el invierno y muchos compañeros siguen sin tener la ropa adecuada para trabajar. Tampoco hay insumos ni herramientas básicas. Nos encontramos con sectores que no pueden cumplir tareas porque no tienen con qué”.
El panorama que describen los trabajadores es alarmante: una sola máquina vial para repasar todas las calles de la ciudad, camiones parados por falta de filtros o cubiertas, y la ausencia de un camión atmosférico ante posibles emergencias climáticas. Según explicó Chicahuala, esta precariedad no sólo afecta a los trabajadores, sino que repercute directamente en los servicios que se prestan a la comunidad. “No podemos cubrir con eficiencia lo que Comodoro necesita. La gente cree que es culpa del empleado, pero sin herramientas no se puede trabajar”, sentenció.
A esto se suma, según relataron, una situación crítica en términos de infraestructura básica. “Hay placeros que no tienen baños donde hacer sus necesidades. En plazas céntricas o alejadas, deben ir al hospital porque no hay baños químicos”, denunció el dirigente. También mencionó la paralización de vehículos en la base de Kilómetro 5 por falta de repuestos mínimos, lo que agrava aún más la situación operativa.

El malestar crece frente a la falta de respuestas por parte del Ejecutivo municipal, a pesar de las reiteradas notas presentadas por el gremio y de las propuestas para agilizar los procesos administrativos. “Venimos aportando ideas, sugerencias, pero no se avanza. Hay sectores sin resolver desde que empezó esta gestión”, reclamó Chicahuala.
Por su parte, Raúl Montenegro, también referente del SOEM, subrayó el agotamiento del sector. “La paciencia tiene un límite. Los compañeros están pasando frío. Hay trabajadores que no tienen ni zapatillas de seguridad. Es una vergüenza lo que estamos viviendo en la ciudad más grande de la Patagonia”, sostuvo.
Montenegro citó como ejemplo el caso de la calle Rivadavia, cuya obra fue finalizada en apenas 15 días por trabajadores municipales una vez que se resolvieron trabas burocráticas. “La voluntad de trabajar está. Lo que falta es que el Ejecutivo nos dé las herramientas y se deje de patear todo para mañana”, remarcó.
Desde el sindicato no descartan la profundización de las medidas si no hay respuestas concretas. “Vamos a continuar con el reclamo hasta que tengamos soluciones. Si no nos escuchan, vamos a intensificar las medidas”, advirtió Montenegro.
