Hizo un golazo de tiro libre, dio una asistencia a Pratto y le entregó el gol servido a Di María para que la Selección gane por 3-0 a Colombia. Está en zona de Repechaje, porque Chile ganó. Y es el próximo rival…
Cuando al mejor del mundo le tocan el corazón, reacciona; lo saca de su cuerpo y lo pone en la cancha. No hay otra. Messi es quien más sintió la derrota contra Brasil y lo dejó en claro en San Juan, en donde la rompió para que Argentina salga del pozo, le gane a Colombia y vuelva, al menos, al quinto lugar de la tabla rumbo al Mundial de Rusia.
Leo abrió el partido con un gol para ver mil millones de veces, le puso la pelota en la cabeza a Pratto para el segundo -sin desmerecer al delantero, el pase del 10 valió medio gol- y armó toda la jugada del tercero, que empujó Di María. Es el Messi que hace feliz al país y un diez de puntaje le queda chico.
¿Turbulencias en el avión? ¿Temblores en el plantel? Cosa del pasado. El capitán se hizo cargo: pidió todas las pelotas desde el minuto cero, recibió faltas de arranque -incluida la que terminó en el golazo-, peleó, corrió para recuperar, asistió…
No se le puede pedir más. Se nota de acá a Moscú que cuando Leo se siente cómodo y con sed de venganza, no hay con qué darle.
