El titular de la Unión Industrial Argentina aseguró que apoyará al ministro de Economía en su gestión. Sin embargo, sugirió que modifique el estilo. «No se puede hablar dogmáticamente a un salón de industriales», afirmó.
El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, anticipó hoy que colaborará con el Gobierno y la nueva gestión del ministro de Economía, Axel Kicillof, aunque mostró diferencias con la ya característica oratoria del funcionario.
«A lo mejor el discurso que articula tiene que ser distinto. Vos no podes venir a hablar dogmáticamente a un salón de industriales», dijo el empresario, que aclaró que le expresará esa opinión la semana que viene. Y aseguró: «Kicillof necesita apoyo y yo se lo voy a dar«.
En esta sintonía, Méndez calificó a la situación económica como «complicada» y, por lo tanto, requiere realizar renuncias y «gestos patrióticos». Así lo indicó al ser consultado sobre el nuevo congelamiento de precios, que alcanzará a 120 productos durante tres meses.
«A lo mejor los empresarios tienen que estar dispuestos a renunciar a algo. Y hay que renunciar porque el otro te lo pide, la Patria te lo pide«, sostuvo el titular de los industriales en una entrevista publicada hoy por el diario La Nación.
Méndez aclaró que los industriales tienen voluntad de aumentar las inversiones – uno de los pedidos del Gobierno hacia todo el sector empresarial-, pero señaló que ello no puede realizarse «por decreto». «¿Qué hay más cobarde que el capital? Si se dan las condiciones, se invierte», indicó. Al pedírsele que se explayara sobre la cuestión, Reclamó «condiciones generales que mimen al empresariado».
También apuntó contra la carga impositiva en el país, a la que la calificó como «récord mundial»: «¿Vos me llevás los impuestos a precios internacionales? Macanudo, pero quiero los mismos servicios: los mismos hospitales, los mismos trenes».
Consultado sobre la opinión que imagina que tiene Cristina Fernández sobre él, Méndez cree que la presidente lo considera como «no una persona de ella, pero tampoco un enemigo». «La respeto, pero opino distinto en algunas cosas. Algunos se callan, yo no. Y no quiero que me demonicen por decir lo que pienso, definió el empresario.
