En diálogo con FM La Petrolera 89.3 MHz, contó: “El sábado trabajé hasta las 14 de la tarde, cerramos como todos los días y el domingo a las 14:30 me llama el señor de la tienda de arriba avisándome que tenía roto el vidrio de la puerta”.
Al acercarse al local junto a su hija, se encontró con el lavadero completamente desordenado. “Llamamos a la policía, sacaron fotos y realicé la denuncia. Me robaron los acolchados de los clientes que estaban para retirar, entre 8 o 10, eran de dos plazas, había comunes y de piel”, detalló.
Con 25 años de trayectoria en el rubro, Gladis asegura que es la primera vez que atraviesa una situación de este tipo. “Así que nada, esperar a ver si la policía logra rescatar algo, masticando la bronca porque te la pasas laburando todo el día para tener un estándar de vida bueno y vienen estos tipos de la nada, te rompen las cosas y te roban todo”, expresó.
A raíz del robo, tuvo que afrontar gastos imprevistos: “Tuve que comprar el vidrio de la puerta, tenía el dinero para otras cosas y ahora la tengo que gastar en otras que no tenía pensando, me salió 70 mil pesos”, explicó.
Y agregó: “Apelé a las cámaras de seguridad del comercio de la esquina que me va a facilitar los videos, y esperemos que encontremos algo. Aunque sea rescatar los acolchados de los clientes, porque ahora tengo que esperar a que vengan y ver si está acá o son los que se robaron, y explicarles que fue algo ajeno a mí”.
Respecto a la seguridad en el barrio, señaló: “No había escuchado que la zona sea peligrosa, sí veo a la policía que pasa a la mañana y a la tarde, pero yo trabajo hasta las 19:30 y después no sé”.
Finalmente, sostuvo: «Tengo mucha impotencia, trabajo todo el día con mi hija, nos sacrificamos las dos para que estos tipos vengan y te lleven tu trabajo».
