La Selección Argentina fue eliminada por Francia en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos, lo que significa que Javier Mascherano no podrá repetir su experiencia en el podio, algo que logró en Atenas 2004 y Beijing 2008. Esta derrota representa un duro golpe, especialmente considerando que Mascherano aún parece cargar con el peso de las tres finales perdidas con la selección en 2014, 2015 y 2016.
Tras el partido, el director técnico argentino expresó su frustración, afirmando que se había golpeado la cabeza contra la pared varias veces. La eliminación ante Francia, un equipo que llegó como favorito al oro, se consumó con un marcador de 1-0, dejando a la Albiceleste fuera de la competencia en París 2024.
Argentina pagó un alto precio por entrar al partido sin la concentración necesaria. El equipo dirigido por Javier Mascherano comenzó fuera de sintonía, sufriendo un inicio complicado que permitió a los locales marcar el gol del 1-0 a los 15 minutos. Jean-Philippe Mateta, delantero del Crystal Palace y uno de los jugadores destacados por Thierry Henry, anticipó a Nicolás Otamendi y abrió el marcador, un golpe que afectó a los jóvenes futbolistas argentinos. A pesar del mal comienzo, a partir del minuto 20, el equipo se reorganizó y generó varias oportunidades, aunque sin concretar.
«No es nada nuevo. No hay que sacar una conclusión en caliente, faltó el gol. Los primeros 15 minutos de partido nos costó, sobre todo con el gol tempranero. Después el equipo se pudo acomodar y fue todo nuestro al punto que tuvimos varias para empatar», comentó Mascherano. Añadió: “No es nada nuevo lo que me tocó vivir. El fútbol tiene estas cosas; hicimos méritos para no perder y, sin embargo, nos quedamos con las manos vacías”.
A pesar de haber cerrado un primer tiempo aceptable, Mascherano decidió realizar cambios en el entretiempo. Sustituyó a Marco Di Cesare, quien tenía una tarjeta amarilla, por Julio Soler, quien se posicionó en la banda izquierda, permitiendo que Bruno Amione pasara a la zaga central. Esta modificación otorgó mayor poder ofensivo al equipo, que se adelantó y comenzó a incomodar a Francia. Sin embargo, los cambios posteriores, que incluyeron a Beltrán, Echeverri y Gondou, no lograron el efecto deseado, ya que el equipo perdió cohesión y energía hacia el final del encuentro.
“Creo que durante todo el torneo los cambios nos dieron resultado. La idea era controlar sus dos puntas con un lateral más bajo. Lo hizo Bruno en el primer tiempo y luego Soler, que venía cargado y se terminó lesionando en el segundo tiempo. En el segundo tiempo pudimos controlar, con Julio de un lado y Giuliano del otro”, explicó Mascherano.
La gran incógnita tras la eliminación era el futuro de Javier Mascherano, quien no ofreció pistas sobre su continuidad al frente del equipo. “No pienso en el futuro. Ir al hotel y digerir la derrota. Claramente, uno se va golpeando la cabeza contra la pared varias veces, pero estábamos ilusionados. Creíamos que el equipo tenía condiciones para llegar lejos. Estoy agradecido con los tres mayores que nos dieron una mano y a los menores que siempre estuvieron predispuestos. La realidad es que duele mucho porque teníamos la ilusión de que este equipo pudiera avanzar”, concluyó.
Con información de Olé
