María lleva cinco décadas ofreciendo garrapiñadas y algodón de azúcar en una esquina del centro de Comodoro Rivadavia. Su historia empezó en 1975, cuando la situación económica la llevó a buscar una alternativa. “Yo trabajaba de empleada doméstica y no alcanzaba”, expresó.
Fue entonces cuando, siguiendo los pasos del padre de su hijo, comenzó a trabajar en la calle: “Me dieron un carrito y todavía sigo viviendo de esto”, recordó en diálogo con el móvil de El Comodorense Radio.
A sus años, continúa trabajando de lunes a sábado, entre las 15 y las 20 horas. “Cuando vienen los días de calor descanso un poco más”, indicó. También explicó que las ventas varían según la época del año: “En invierno se vende mucho más que en verano”.
Sobre su situación actual, señaló que el ingreso diario le sigue permitiendo sostenerse: “Con este carrito gano bien, me alcanza para vivir”, aunque reconoció que la situación económica es cada vez más compleja: “Estamos en tiempos difíciles, todos los días hay aumentos”, dijo.
Uno de los gastos que más afecta su actividad es el gas: “La garrafa me dura 15 días y ya está 18 mil pesos”, detalló. Además, explicó que trabaja con maní, azúcar y bolsitas, insumos que también aumentaron en las últimas semanas.
Finalmente, contó que las ventas vienen en baja: “Hoy estuvo tranquilo, como hace varios días bajaron mucho las ventas”, concluyó.
