Lo dijo Roberto Maturana, oficial marplatense de la marina mercante e investigador, quien habló con El Comodorense Radio por FM La Petrolera 89.3 MHz del fraude en la pesca y la corrupción del narcotráfico escondido tras la misma. Dice que los fiscales jamás lo llamaron y que los mismos jueces no investigan porque varios de ellos -le confesaron- consumen drogas.
“Este modelo superó al menemismo, facilita el descontrol y el trabajo de los narcos desde lugares estratégicos como las mafias de las aduanas, donde hay a cargo una persona procesada y con eso no se puede pretender un trabajo antinarco con seriedad”, expresó.
Maturana sostuvo que esto no es algo aislado porque “un tipo que exporta mil toneladas de cocaína, no lo hace esporádicamente, corresponde a algo que es cotidiano”, al tiempo que afirmó que desde Mar Del Plata sale casi una tonelada diaria de cocaína “y esto sale hacia el mundo”.
Indicó que las prefecturas no hacen nada en los puertos: “Madryn no tiene escáner y Mar Del Plata no tiene más puerto, porque lo tapa la corrupción. Acá no hay una negada responsabilidad política en todo esto, de noche las rutas están liberadas en todo el país”.
Para el investigador, un camión no se puede desviar en la ruta y hacer semejante movimiento de cajas. Remarcó que es descabellado pensar que se movió de su itinerario. “El departamento narcotráfico de Mar Del Plata no existe, está pintado habría que llevárselos a todos, no vale la pena pagarles el sueldo”, consideró.
“Es todo burla, se empieza a investigar y triangular desde la Operación Langostino, e hilando y enhebrando se llega a los mismos actores. Acá (Norberto) Yauhar está señalado desde todos lados como un gran corrupto que no tiene ecrúpulos”, disparó Maturana. Y puso el acento también sobre Bustamante: “con estos pibes no se juega, lo conocemos y a Yauhar también, es simple, hay que buscar hilo desde el inicio, en la Operación Langostino”, determinó.
Adujo que después de eso fue Oscar Polletti preso, de Estrella de Mar, que tenía la pesquera Pescafina, socio de Héctor Antonio, de Conarpesa. “Esta gente tenía a Escudero preso por el tema Merluza Blanca, Polletti exportaba a los sabaleros de Entre Ríos ¿exportaba?”, ironizó.
Y señaló que “hay un tipo que pagaba más caros los containers y nadie decía nada, chupaba todos los containers, remarcando que en Operación Langostino en Mar Del Plata, se encontró un container en la puerta de una fábrica, donde la cocaína estaba dentro latas de anchoas saladas.
Por ello, consideró que “acá hay que seguir buscando para atrás, y si se camina por Madryn, se puede ver que hay muchos vínculos políticos de la Patagonia y de acá también”, dijo desde la Feliz, dando un golpe de gracia al relato: “si se sigue mucho el hilo, vamos a caer dentro de la Rosada, ya me mandaron un mensaje que no revuelva mucho”, aseguró.
Negocio sin límites
“En Mar Del Plata se debe estar haciendo una tonelada diaria, por las pistas que se marcaron. Lo mismo el paco es un negocio monstruoso para los narcos, hay mucho porque hay mucha cocaína”, dijo reflexionando sobre el consumo de menores y gente de escasos recursos.
Y saltó nuevamente hacia el escenario provincial: “cuando paso lo de ‘Cacho’ Espinosa, todo el mundo lo sabía, no es casual que borren elementos de prueba”, adujo sobre las demoliciones y remoción de inmuebles sugerentes.
Cuestionó asimismo que en el sur argentino hay lugares como “San Antonio con las manzanas, o San Julian, es un festival, nadie ve nada, nunca aclararon quien fletó el avión con una tonelada de cocaína que llegó a España, de los Juliá. Parece que Lázaro…”, aventuró.
En su análisis, lamentó que Argentina no tiene radares ni controles aéreos de ninguna especie: “no meten perros ni escáneres, esta orden viene de arriba”, desconfió, y vaticinó que “acá va a venir un loco como los de Al Qaeda y nos va a cerrar como mercado, nos vamos a tener que comer entre nosotros”.
Comparó la falta de precauciones con las políticas por ejemplo, de los Estados Unidos, donde para entrar un caramelo desde afuera, hay que pasar por infinidad de controles. “Si un país tiene que poner esas precauciones para evitar eso, que nos puede pasar si mandamos basura a Europa”, discurrió.
Madryn y el Sur, jaqueados
Maturana cree que esto a los gobernantes no les importa: “ellos están en su negocio, los demás que hagan lo que puedan. Hace mucho que Puerto Madryn funciona así y ni hablemos del puerto de Caleta Paula, donde hace años hay puertos liberados en el sur.
Alegó que en el norte lograr esto es algo más complicado, aunque igual llevan adelante su metodología, porque las cargas que llegan a los buques: pintura, víveres, aceites. “No hay nadie que las revise, muestran remito y pasan por la puerta”, manifestó y dijo que el problema no es sólo prefectura, aduana y Senasa. “Acá vino el ‘Chapo’ Guzmán Lovera y estuvo viviendo dos años en el Chaco, el más peligroso del Cartel de Sinaloa, que entraba al Paraguay caminando”, enfatizó.
“Uno ve todo esto y dice ¿por qué nos pasa lo que nos pasa?, Schoklender hizo 77 viajes con su avión Cesna al Chaco en ese momento. Esto va a quedar en un recuerdo, no hay justicia, jueces provinciales me decían ‘muchos de nosotros consumimos también’, Argentina sale al mundo aplaude y dice de aprobar desarrollos de control internacional, pero adentro no hacemos nada”, remarcó.
El puerto de Madryn al igual que el de Mar Del Plata, es pesquero por excelencia. “Los manejan grupos sindicales, mafias que recaudan para la Secretaría de pesca, Puerto Madryn es un antro desde hace mucho tiempo. Todo esto es un carnaval, un verso para la gilada, todos saben muy bien cómo es la cosa. Esto pasó porque se cae una caja y voló el polvo, no se puede amenazar al filetero para darle plata y que se calle, nadie ve que se quemen las toneladas que se dicen quemar”, dijo.
Sino, se preguntó ¿de dónde sale la gente que compra empresas y departamentos, quienes son estos testaferros? “Puerto Madryn es un radiador, se le pegan todos los bichos. Néstor (Kirchner) le dio la bienvenida y es un criminal internacional, hablo del tano Panatti, de PanaPesca, y sus vínculos con Al-Kazar, han arrojado residuos peligrosos radioactivos al mar en Somalía. Estos tipos no vienen al azar, no es casualidad, vienen porque les abrimos las puertas. Como Segundo, que no se sabe de dónde la sacó toda la que tiene, no es como Bulgheroni, que al menos sabemos cómo la hizo”, sustanció.
Desinterés por hurgar en pruebas
Maturana remarcó que “a los fiscales no les interesa lo que yo pueda decir, no me han llamado nunca. No estoy blindado de inmunidad ni de impunidad, pero si piso el sur, yo, no vuelvo”, dijo. Igualmente consideró que, por caso, “la DGI con Echegaray tiene un sistema para cruzar datos que en diez minutos hace ‘polvo’ a una bocha de estos tipos”, pero no se nutre con información de los argentinos porque “acá, sarasa, nada… un puerto como el de Madryn, ¿qué hacen? A quien le cuidan la espalda, ¿a la gente o a los narcos?
Consideró que en danza también está la mercadería esupefaciente que mandan en micros que es “la misma cantidad”. “De eso ¿no hablamos? hay que zarpar a los custodias cómplices. Que hayan cambiado todo a mitad de camino, no resiste análisis. Yo a (Mariano) Miquelarena le pediría resultados, no palabras. Porque hablar, hablamos todos”, dijo con dureza.
A él lo llamaron del exterior y confesó que sus interlocutores “se reían porque acá hay un silencio blindado para que esto no avance, lo banca algún político. A veces no hace falta que vaya la cocaína: van precursores, cabecitas de alfiler puestos en un secante, son miles de dosis”, dijo e insistió en que “es todo sarasa, la tienen toda y no dicen nada, Madryn es una ruina, entra como merluza y sale como salmón. ¿qué van a decir los de aduana si viven con autos nuevos, casas de puta madre y compran empresas, no se las cree nadie”, destacó, aseverando finalmente que “el que es limpio, le tiene miedo al poder político. Y ahí estamos jodidos, estás facilitando que lo sigan haciendo”, adujo a la lejana espera de que “entre todos, con buena voluntad y exigiendo, podamos hacer algo por dejarles a nuestros hijos algo mejor”.
