Casi un millón de hogares estarían interesados en demandar el crédito para viviendas, según un estudio de la UCA. El número duplica la oferta estimada para todos los grupos de ingresos.
Con el objetivo de construir 400.000 viviendas en cuatro años, el Gobierno lanzó el plan Procrear para construir, ampliar o refaccionar una propiedad. A través de sorteos, ya hay grupos familiares que están tramitando su acceso a créditos hipotecarios.
El plan contempla dos líneas de crédito –con y sin terreno propio– y cuatros grupos de “ingresos familiares netos” del solicitante: hasta $5.000; de $5.000 a $10.000; de $10.001 a $15.000; y de $15.001 a 20.000 pesos.
El primer grupo es considerado como el de “menores ingresos”, y su demanda crediticia ascendería a 967.879 hogares, según el último informe realizado por la Escuela de Negocios de la Universidad Católica Argentina (UCA). «Esto significa que no sólo casi un millón de personas estarían interesadas en demandar un crédito, sino que sólo la demanda de este grupo más que duplica la oferta estimada por el plan para todos los grupos», de acuerdo al informe de Ignacio Carballo y Martín Grandes.
Para acceder al plan hay que ser un trabajador formal y el préstamo debe estar destinado a una vivienda única y familiar, sin fines comerciales. Si de ese millón de personas se excluye a los trabajadores informales y desocupados que no califican para el crédito, existen «395.032 ocupados formales con ingresos menores de $4.600, que estarían dispuestos a demandar un crédito. Esta demanda ya agotaría el cupo total«.
La demanda potencial de crédito para el segmento de ingresos de hasta dos salarios mínimos ($5.000) «se dirige principalmente a la refacción o ampliación de una vivienda preexistente». Según refleja el estudio, el 57% es propietario de un terreno en zonas alejadas o precarias, un 22% son inquilinos y el 21% restante poseen una tenencia regular.
En este sentido, la mayor demanda potencial de crédito para vivienda en el segmento más bajo está principalmente enfocada en la «refacción o ampliación». A su vez, casi nueve de cada 10 familias viven en una casa, mientras que un 10% habitan en departamento. La encuesta incluye 19 aglomerados urbanos del país, como CABA, Rosario y la ciudad de Córdoba.
Con todo, el estudio de la UCA estima que el plan es muy importante por el «efecto derrame» que se genera por la construcción o la reforma de la vivienda, porque contribuye a impulsar el empleo y la producción en el mediano y largo plazo.
Pero destaca algunos aspectos a mejorar, como la ampliación de cupos a los ingresos menores a $5.000, «promover un régimen tributario y laboral simplificado para trabajadores informales por cuenta propia», así como atender con “mayores montos” la demanda por ampliación o refacción de vivienda.
