El 26 de octubre del 2021 se sancionó en el Congreso la ley 27.642 de Etiquetado Frontal, que generó una enorme polémica y división durante el debate por su aprobación.
Unos meses después, el 23 de marzo del 2022, se publicó el decreto reglamentario 151/2022 y la ley entró en vigencia.
La normativa establece la colocación de sellos octogonales de color negro en la parte frontal del envase del producto indicando que posee exceso de azúcares, grasas, sodio y/o calorías.
En los supermercados de Comodoro comenzó a verse esta modalidad en la góndola de las gaseosas, pero también en la de frituras y galletas dulces.
Lo cierto es que la ley también establece otra medida particular que puede pasar desapercibida en la vida cotidiana, pero no en las redes sociales, donde armó un revuelo.
En su artículo 9, inciso C, queda expresa la prohibición del uso de personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas.
Este punto se apoya en que la inclusión de personajes sirve como motivación para comprar o consumir el producto, así como también capta la atención de niños más fácilmente por sus colores y formas llamativas, así como también lo hacen deportistas o dibujos animados por su trascendencia.
Tras la sanción de la ley las grandes marcas tenían 180 días para adecuarse a la nueva reglamentación, aunque en algunos casos se extendió por 180 días más. En su lugar, las pymes contaban con 365 días para adaptar sus empaques a la nueva normativa.
Así las cosas, hay personajes que comienzan o terminan de desaparecer de los empaques mientras siga vigente la ley sancionada en 2021 en Argentina.
Entre los personajes que ya no se verán en los empaques, figuran el Tigre de Zucaritas, el conejo de Nesquick, el rostro en las Pringles, entre otros reconocidos.
A nivel nacional se despiden íconos como el muñeco de Capitán del Espacio, Mamá Luchetti de la marca de fideos y los personajes de la Bananita Dolca.
