Los padres de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado a golpes en la puerta del boliche «Le Brique» de Villa Gesell, encabezaron esta tarde una ceremonia interreligiosa y una colecta solidaria ante una multitud reunida en el Anfiteatro de la ciudad bonaerense de Dolores al cumplirse tres años del crimen del joven estudiante de abogacía.
A las 19.30 horas, Graciela Sosa y Silvino Báez aparecieron abrazados delante de los presentes que se pusieron de pie, aplaudieron y gritaron «¡Justicia!», tras lo cual, el matrimonio se sentó en primera fila y comenzó el acto central.
Primero encendieron unas velas, luego plantaron un jacarandá y seguidamente se cantó una canción.
Graciela Sosa, la mamá de Fernando, dijo hoy que sigue esperando que su hijo regrese aunque sabe que «nunca regresará» y que era su «sol», su «vida» y el que les «daba alegría todos los días». Además en su discurso expresó: «Gracias mi amor, mi vida, por habernos dado felicidad durante 18 años».
A su vez, el padre del joven remarcó que espera un «castigo ejemplar» para los asesinos y aseguró que cada vez que se levanta a la mañana siente «un peso enorme», como si «llevara una bolsa en la espalda».
«Espero que los jóvenes que están en la playa divirtiéndose puedan volver a su casa, junto a su padres y a su familia después de unas vacaciones», manifestó Silvino Báez.
