Los límites de la resurrección libertaria y la “nueva transversalidad”

El Gobierno recuperó el centro de la escena tras dos meses de desconcierto, pero ahora enfrenta otros desafíos para mantener una agenda positiva; la búsqueda de un esquema de alianzas renovado

domingo 27/04/2025 - 12:21
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Desde hoy, Roma queda un poco más lejos. El impactante funeral del papa Francisco terminó de cerrar ayer una etapa de 12 años marcada por un flujo incesante de emisarios y mensajes a través del Atlántico. Oraciones, rosarios y malentendidos en peregrinación constante a Santa Marta. Se apagó la voz potente que cada vez que se elevaba sacudía a la dirigencia argentina, en una disputa de interpretaciones. Cerró sus ojos el emisario de homilías incómodas cargadas de señalamientos por el deterioro social, siempre leídas en clave local. El Sumo Pontífice que nunca dejó de ser arzobispo de Buenos Aires. Profundo dolor y congoja. También alivio para muchos. La Argentina se consumió el bono vaticano sin terminar de entender nunca la oportunidad histórica.

Allá fue Javier Milei, el último eslabón en la cadena de confusión que les provocó Francisco a los presidentes argentinos. Pero el que viajó a Italia es un Milei en estado de resurrección política. Después de dos meses de deambular por el desierto del desconcierto y los errores, llegó a la tierra prometida. El acuerdo con el FMI y la salida del cepo no sólo funcionaron como una válvula de oxigenación económica frente a variables que demostraban un desgaste.

También operó como un punto de apoyo imprescindible desde el cual empezar a reconstruir una narrativa lo suficientemente vigorosa para atravesar el segundo año de mandato y el largo cronograma electoral. “Volvimos a ser nosotros, a ocupar el centro de la escena, que es donde nos sentimos cómodos”, grafican en el entorno presidencial.

Nada expresa mejor el nuevo clima que el regreso del streaming del Gordo Dan, el máximo referente en el ecosistema digital, un hecho en apariencia menor, pero extraordinariamente potente para la simbología libertaria.

“Nos sirve como un factor motivacional en la propia tropa, que estaba un poco retraída, y sobre todo para retomar el control de la agenda a través de las redes, para tener contenido propio que retroalimenta nuestra narrativa. La vuelta del Gordo Dan, que viene ahora acompañado en Carajo de cinco programas más, genera todo un movimiento y un cambio de clima, que para nosotros es vital. Es como cuando en otras fuerzas políticas organizan una gran marcha o una movilización. Eso pasa con nosotros en las redes”, explica uno de los referentes de las Fuerzas del Cielo.

La Libertad Avanza se había quedado sin brújula ni mensaje, envuelto en dudas, justo después de haber logrado el pico de popularidad en diciembre. El mensaje antiwoke de Davos generó un largo debate interno entre quienes lo defendieron y los que sostuvieron que fue un equívoco. Hubo una señal de advertencia de parte de Santiago Caputo, basado en una encuesta que mandó a hacer, de que ese discurso no les sumaba demasiado, por fuera de los militantes más duros. Pero pesó más la determinación del Presidente y la inspiración intelectual de Agustín Laje.

Hoy dentro del Gobierno reconocen que fue un error, más allá de reafirmar el sentido del mensaje. De hecho después de la marcha que generó la presentación de Milei, cambiaron de andarivel discursivo y frenaron por un tiempo algunas iniciativas, como la eliminación del DNI no binario, que estaban entre las opciones.

Lo del escándalo $LIBRA fue más grave y, según admiten ahora, desestabilizó bastante la estructura interna porque afectó en forma directa a Milei y a su hermana Karina. Se conversaron varias alternativas para salir de la crisis, desde movimientos de gabinete hasta cambios en el entorno presidencial, pero después se resolvió recurrir a la defensa férrea con el discurso del intento de desestabilización.

Una línea argumental que se retomará esta semana en el Congreso, cuando sea interpelado Guillermo Francos (quien hasta hace un par de semanas admitía ignorar todo sobre el caso y también sobre las cripto, por lo que debió recurrir a un intenso coaching sobre el tema) y después al día siguiente cuando se integre la comisión investigadora. Será un ingrato retroceso al infierno del Gobierno, en un momento de epifanía.

Marcos Novaro analiza esas oscilaciones del Gobierno a partir de lo que llama “la regla de oro” del líder libertario, que la sintetiza así: “Milei tiene dos almas. Una económica, que se ajusta a su compromiso electoral de terminar con la inflación y achicar el Estado; y la otra política, que es la batalla cultural, que no tiene mucho arraigo en la opinión pública y que se refleja en la tendencia más extremista, su programa para refundar el país con las ideas libertarias de ultraderecha. Esta última faceta tomó fuerza en el verano porque él asumió que su programa económico le estaba funcionando bien. Entonces fue a Davos, hizo trumpismo y se peleó con todos. Milei es un libertario al que la libertad le hace daño y que funciona mejor cuando tiene restricciones. Por eso es probable que cada vez que le vaya bien en la economía, se fortalezca políticamente y que eso lo lleve a usar mal los recursos políticos que logra”.

Esa secuencia tiene antecedentes. ¿O acaso el Néstor Kirchner más virtuoso no fue el de 2003 al 2005, cuando temía una revuelta en las calles y penaba con el avaro 22% de los votos? Es un desafío lograr ampliar la base de sustentación a partir de la gestión. Kirchner lo hizo con crecimiento económico; Milei con la baja de la inflación. Pero un desafío más grande es después usufructuar virtuosamente ese capital político.

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