El ex diputado radical de la provincia del Chubut enfatizó la complicidad del anterior mandatario al señalar que “él también firmó en el escritorio de Néstor Kirchner la obra de la doble trocha Madryn-Trelew”.
Carlos Lorenzo remitió a que hay pruebas fotográficas de eso y alimentó aún más el fuego que circunda al escabroso ‘LázaroGate’ que involucra concesiones y licitaciones por grandes sumas de dinero a favor de la constructora de Báez, salpicando en este caso a la administración pública chubutense.
Para el ex legislador, lo de Das Neves es evidente, ya que en el caso de la obra (aún no terminada) de la autovía, desde Kank & Costilla “ya habían instalado obrador, cuando todavía no habían ganado la licitación”, ante lo que ironizó que “deberían tener la bola de cristal porque estaban muy seguros que la iban a ganar”.
Lorenzo manifestó en diálogo con El Comodorense Radio por FM La Petrolera 89.3 MHz que la obra se hizo desde Buenos Aires “porque no quisieron firmar el sobrecosto, que se fue de 90 a 360 millones en pocos meses”.
De la rúbrica del acuerdo de marras, dijo que a Mario Das Neves le faltaba sólo saltar de alegría sobre el escritorio de Néstor Kirchner, porque él también firmó el contrato, hay fotos de eso”, subrayó, recordando que ha denunciado permanentemente y casi en soledad esta clase de manejos desde su banca en Rawson.
De igual manera, trazó paralelismos con lo que sucedía en localidades como Puerto Madryn a la hora de pavimentar algunas cuadras: “para las empresas locales salía 50 mil pesos y para las otras, 350 mil, que era lo que se terminaba pagando, eran sobrecostos formidables”, analizó.
Lorenzo hizo asimismo referencia a las exposiciones en la Legislatura, recordando que las versiones taquigráficas están -como corresponde- en el diario de sesión, por tratarse de documentos de dominio público al que todo ciudadano puede acceder, y eso forma parte de pruebas.
En base a ello, dijo que con todos los antecedentes que llevó al recinto, se hizo desde su bloque una denuncia penal, por caso, también por el sobrecosto del gasoducto cordillerano, realizado con precios inverosímiles, hasta diez veces superiores a los razonables.
