Especialistas consultados por Infobae aseguran que el cambio es un «sinceramiento» de la realidad y esperan una mayor intervención del Estado en la economía. Qué pasará con el desdoblamiento cambiario.
La presidente Cristina Fernández retomó la actividad oficial y enseguida dispuso una serie de cambios en su Gabinete. El equipo económico no será el mismo a partir del miércoles a las 19 horas en el salón Blanco de la Casa Rosada, cuando Hernán Lorenzino deje su cargo al frente del Ministerio de Economía y asuma en su lugar el actual viceministro Axel Kicillof.
El Banco Central también cambiará de manos. Mercedes Marcó del Pont perdió la pulseada y será reemplazada por Juan Carlos Fábrega, quien enfrentará un desafío no menor: frenar la sangría de reservas del organismo, en torno a los 32.000 millones de dólares. La economista se aleja sin una nueva función en el Gobierno.
Más allá del movimiento de piezas en el equipo económico, no se espera un cambio rotundo en la política económica. Por el contrario, economistas consultados por Infobae proyectan que habrá una «profundización del modelo» que ha fijado el Gobierno, incluso con una mayor intervención del Estado en la economía.
El economista Luis Palma Cané definió al cambio en Economía como un «gatopardismo: cambiar todo para que nada cambie«. «La llegada de Kicillof es un sinceramiento de la realidad, pues ya venía oficiando en el Ministerio. Es un hombre que defiende fuertemente la intervención del Estado en la economía, que sabemos cómo empieza pero no cómo termina», dijo a Infobae.
Desde el «ala dura» del equipo, Kicillof se hará cargo de una agenda económica que demanda una atención especial en las cuentas públicas. Con una inflación anual que no baja del 25% anual, el BCRA devalúa el peso a un ritmo similar y el organismo sigue perdiendo reservas internacionales. En los últimos años, el economista fortaleció su presencia en el área energética, como parte del directorio de YPF y titular de la Comisión de Planificación y Coordinación del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas. También participó de la nacionalización de la petrolera.
Para José Luis Espert, la nueva designación en Economía «es un cambio de nombre, no es un plan». En diálogo con Infobae, enumeró que Kicillof estuvo a cargo de la «estatización de YPF y destruyó la industria del biodiésel. Además, arrastra el desastre de Aerolíneas, el cepo cambiario y la última reforma de la carta orgánica del Central».
«La primera gran señal es que se ratifica el rumbo de muchos pilares del modelo» coincidió Rodrigo Álvarez, socio de la consultora Analytica. Si bien el economista dijo a este medio que hay una «necesidad de oxigenación, no se buscó generar una nueva señal desde el punto de vista de las expectativas del mercado. Y agregó: «Le da más aire a Kicillof y a (Guilermo) Moreno, que piensan en un Estado intervencionista activo».
Lorenzino no desaparecerá de la escena. Estará al mando de la reestructuración de la deuda y será propuesto como embajador ante la Unión Europea (UE), un premio que no se le dio a Marcó del Pont. Pero el nuevo rol no vino cargado de buenas noticias. La Cámara de Nueva York rechazó ayer una apelación argentina por el pedido de «en banc» y la Corte Suprema de Estados Unidos deberá decidir si toma o no el caso. «Buscan mantener una vela encendida, pero no será leído como una buena señal para los mercados», aseguró Álvarez. Y Palma Cané arriesgó: «La Corte no aceptará el caso».
A diferencia de sus colegas, Hernán Lacunza también habló de sinceramiento, pero consideró que es una «oportunidad para cambiar políticas que no estaban dando resultado. Me parece positivo un equipo económico más homogéneo y consistente«. El director de Empiria y ex gerente General de la entidad monetaria opinó que este anuncio podría ser una señal de que se está dispuesto a «arreglar el enchastre cambiario».
¿Hacia un dólar turista?
Al dejar su lugar al frente del Banco Central, Marcó del Pont le entrega a Fábrega un organismo con reservas rozando los 32.000 millones de dólares, al caer otros u$s236 millones en la jornada de ayer. Fábrega se desempeña como presidente del Banco Nación y en el mercado lo consideran como un «hombre de bancos». Para Lacunza, «tiene un enfoque pragmático, aunque descarta que estará «en sintonía con el Gobierno.
Los rumores sobre un desdoblamiento cambiario y la imposición de un dólar turista suena fuerte en los pasillos de Economía, aunque el mismo Kicillof se haya encargado de difundir entre su equipo que buscará destrabar el cepo al dólar, una medida que separó al dólar oficial del libre con una brecha del 65 por ciento.
Pero no hay que olvidar que Kicillof defendía el desdoblamiento cambiario en sus escritos antes de llegar al Gobierno. «La primera interpretación es que se viene, puede darse o no, pero el mercado va a leer que el desdoblamiento es mucho más probable y habrá resultados negativos. No vamos a ver el Kicillof que salió de la UBA, pero el mercado no lo tomará en forma favorable», adelantó Álvarez. Aunque el mercado descuenta la medida, aún no hay definiciones oficiales.
Matías Carugati, economista jefe de Management & Fit, aseguró que «Kicillof era el principal impulsor del desdoblamiento cambiario incluso antes de llegar al equipo económico. Los detalles van a ser importantes, porque no es lo mismo dos o tres cotizaciones». Palma Cané consideró que si este escenario se produce, «deberían hacerlo rápido porque existirá mucha especulación en las próximas jornadas».
Y si bien Fábrega es respetado por su experiencia en el sistema bancario argentino, los economistas coinciden en que «no tiene conocimiento de política cambiaria y monetaria, por lo cual la manejará Kicillof». Espert coincidió: un buen presidente del BCRA tiene que saber mucho de política monetaria, y no es el caso de éste ni de Marcó del Pont». «El problema de fondo es el déficit fiscal, porque la inflación y la emisión son sus consecuencias», concluyó Palma Cané.
La expectativa por el retorno de la presidente tras su operación y reposo se renueva en incertidumbre sobre cuáles serán las próximas decisiones en materia económica de acá a que finalice el 2013. Como en un tablero de ajedrez, el Gobierno ya movió algunas piezas. Ahora hay que esperar para ver cómo juega la partida.
