En diálogo con Radiocracia, el sacerdote compartió una mirada profunda sobre la realidad social, basada en su propia experiencia laboral y pastoral. El video de su reflexión circuló ampliamente por redes sociales y generó tanto apoyo como debate.
“Me sale desde mi indignación. Porque, mire, yo trabajé de albañil cuando era joven, hasta que entré al seminario, y sigo trabajando igual todavía, siendo sacerdote. No lo hago de manera profesional, pero desde chiquito siempre trabajé de albañil, y sé lo que es ese trabajo. Tuve la desgracia de que un compañero mío murió en un día de viento. Sé los peligros», explicó.
Y agregó: «Pero a lo que voy es lo siguiente, cuando se tienen ganas de trabajar, no hay excusas. Y lo que se ha perdido en este país en los últimos 20 años es eso, el espíritu de sacrificio. Hoy es más fácil vivir sin trabajar, y eso hasta parece normal».
Consultado sobre por qué cree que se perdió ese espíritu de esfuerzo, García apuntó a una combinación de factores: “Tiene que ver con muchas cosas. Por un lado, una política económica. Después, la enseñanza en la casa, en la familia. Hay generaciones donde los padres y abuelos no han tenido trabajo formal. Lo que en un momento se planteó como una ayuda, por el 2000–2001, el Plan Trabajar que fue el primero, terminó siendo una constante, un modo de vida. Y eso no es un empleo genuino.”
Y continuó: “Después está la educación. Hoy la meritocracia no se premia. Al contrario, parece que al que saca ventaja se lo aplaude. También tienen que ver los medios de comunicación. Son muchos factores que influyen. Yo vengo de una generación donde, si querías algo, te lo tenías que ganar. Trabajando en tu casa, haciendo tareas, limpiando tu habitación, o saliendo a buscar una changa».
En tanto, señaló que su tarea como sacerdote es amplia y menos visible: “Mi función no se ve, no se conoce, porque uno no anda publicando lo que hace. Visitar enfermos, celebrar misa, confesar. Todo eso no se publica. Es muy silenciosa y muy anónima la tarea sacerdotal. Pero yo veo muchas cosas. Las veo en Cáritas, en la calle. Acá en Luján, por ejemplo, tenemos una bolsa de trabajo. Viene mucha gente y deja su currículum, y tratamos de hacer de nexo con quienes buscan empleados. También vemos las avivadas, de los que solo quieren que los mantengan”.
“El Evangelio también es progreso. Jesús vino a que seamos personas libres, que no seamos manipuladas, que tengamos espíritu crítico. Eso enseña el Evangelio. Y desde mi crianza, lo que transmito es que uno no tiene que quedarse con lo que le dieron. Siempre hay que superarse«, explicó.
Y aseveró: “Yo mismo lo viví así. Después de ser maestro mayor de obra, estudié para sacerdote. Después estudié otras carreras, coaching ontológico, psicología social, y ahora estoy terminando la licenciatura en educación. Nunca me quedé. Eso es lo que quiero transmitir, sobre todo a los jóvenes.”
Al ser consultado por la repercusión de su video, García respondió: “No me sorprendió. Ya en otras oportunidades subí algunos videos y pasó algo parecido. Sé que hay gente que no está de acuerdo, o que interpreta lo que quiere. Por eso te agradezco el espacio, porque puedo aclarar bien el mensaje. Es un video cortito, y a veces en pocas palabras es difícil transmitir una idea.”
“A mí lo que me gustaría es que se vuelva viral el Evangelio. Todos los días lo subo a Facebook, a Instagram, a grupos de WhatsApp. Eso me gustaría más que una opinión personal, que puede generar polémica», concluyó.
