La Brigada de Investigaciones ayer inició una serie de allanamientos que continuaron este sábado. Detuvo a un hombre sospechado de asesinar a golpes a un habitante del barrio San Cayetano. Ese robo se registró el 10 de septiembre en el barrio Las Flores y la víctima murió al día siguiente.
El jueves 10 de septiembre, hace poco más de un mes, Luis Alberto Raimapo concurrió al Centro de Diálisis de la avenida Rivadavia, frente a la Catedral. Fue en razón a su cuadro de insuficiencia renal y él no sabía que iba a ser la última sesión, comenta Con Sello Patagónico.
Luego de finalizar su turno a las 20 horas, el hombre se dirigió a la casa de una mujer, en el barrio Las Flores. Y cerca de las 22 horas de ese mismo día regresó a bordo de un remis a su domicilio, en el barrio San Cayetano.
Sus familiares notaron que Luis estaba muy golpeado, y este afirmó que tenía mucho dolor de cabeza. Al otro día se despertó y no podía moverse. Fue internado en el Hospital Alvear, donde lo intubaron y le realizaron tomografías. Los médicos determinaron que tenía fractura de cráneo y de tórax que provocó su muerte horas después.

El personal de la División Policial de Investigaciones de Comodoro Rivadavia se abocó a las averiguaciones y puso constatar mediante diversas pericias que Raimapo había sufrido una agresión, producto de un robo sobre la avenida Rivadavia y Araucarias.
Un sujeto lo abordó, golpeó y se apoderó de sus pertenencias. La víctima quedó tirada en el piso y finalmente llegó a su casa en un remis.
Tras realizar varias tareas de campo se logró identificar al sospechoso y ayer a partir de las 20:30 horas se allanó una vivienda de la calle Los Robles al 1000. Allí se detuvo al hombre identificado por la policía como Lucio Ángel Gabriel Silva, de 30 años, quien quedó alojado en la Alcaidía Policial a la espera de la audiencia judicial por su relación con el homicidio en ocasión de robo.
Mientras que este sábado se cumplieron otros allanamientos complementarios, en el barrio Juan XXIII, donde secuestraron prendas de vestir que usaba el agresor al momento del ataque y robo, teléfonos celulares y otros elementos de interés para la causa.
Las órdenes de allanamientos fueron gestionadas por la funcionaria fiscal Gabriela Gómez, y autorizadas por el juez Jorge Odorisio. También colaboró el personal policial de las fuerzas especiales de la ciudad.

