Gastón y Milagros tienen 27 años, son de Berazategui y hace cuatro años llegaron a Comodoro buscando un mejor pasar. Fernando tiene 31, es hermano de Milagros y vino a la ciudad en abril con la premisa de trabajar y ganarse el mango con sus conocimientos en el rubro de la panadería.
Desde el 12 de abril venden tortillas en la rotonda de la Ruta 3 y 39, primero del lado de la estación de servicio Axion y luego agregando otro chulengo en la mano contraria. Antes que la ciudad con más movimiento de la provincia inicie su hora pico, a las 5 de la mañana, ellos ya están prendiendo el fuego para iniciar su jornada. Están hasta las 9:30hs y luego vuelven a las 14:30hs para quedarse hasta las 18hs.
«La prima de Gastón nos prestó un chulengo y cuando nos acomodamos hicimos otros dos por nuestra cuenta», detalló Milagros en diálogo con El Comodorense.
Si bien el inicio fue con lógica incertidumbre, con el paso del tiempo llegaron a vender hasta 80 tortillas por día. «Hay veces que se venden más o a veces menos, pero nos está yendo bien», asegura.
Si hay algo que destacan desde el inicio es a los propios comodorenses. «La gente de Comodoro es súper solidaria: nos donaron camperas, cuellitos, mamelucos térmicos. Re bien. La gente es muy buena onda», dice la joven.
Mientras, Fernando comentó sorprendido sobre un contacto que les abrió puertas: «Comenzaron a venir dos personas, Washington y Claudio», comienza contando. Se trata de Washington Layes y Claudio Soviers, ambos integrantes del cuerpo técnico de Jorge Newbery. «Pasaron un día, dos, tres, cuatro. Nos decían que era muy rico lo que hacíamos y que nos iban a recomendar con otras personas. Y así fue, y empezó a acercarse más gente. No queremos dejar de agradecerles».
También hubo otra persona que, con su llegada en las redes, generó que se acercara mucha gente más a comprar. «Vimos la publicación y como no lo conocíamos no sabíamos que iba a llegar a tantas personas, nos sorprendió y le agradecemos mucho», dicen sobre el influencer Alejandro Rojas, que además de subir memes, siempre se muestra dispuesto a difundir y dar una mano a trabajadores informales y personas en situaciones vulnerables.
«La gente de Comodoro es un lujo lo bien que nos tratan», celebra Fernando, que hace unos minutos había llegado desde el otro puesto de ‘Sabores de la Rotonda’ con más mercadería para poner en el chulengo y vender bien calentito. Vino acompañado de una perra que los acompaña durante toda su jornada, ganándose la comida y el cariño de los trabajadores. No tiene nombre, pero le iban a empezar a decir ‘Chicha’, o quizás ‘Tortilla’.

Fernando estaba desempleado. En Berazategui buscó trabajo durante meses pero no pudo encontrar. «Estuve changueando, no conseguía nada fijo, por eso aproveché la oportunidad y vine acá a producir mi mercadería», cuenta el joven, que llegó el 11 de abril a Comodoro y el 12 ya estaba trabajando en el puesto.
Pese a su corta trayectoria en la venta en la calle, ya saben cómo viene la mano con respecto a las ventas. «A principio de mes vendemos más, a fin de mes mucho menos. Hay días que no vendemos nada, y otros que sí», dice Milagros. «Hubo días que vendimos dos tortillas nomás», recuerda, e indica que viven con lo que hacen en el día, por lo que saben que a fin de mes hay que ajustar los gastos.
Está en sus planes poder abrir un negocio propio para salir de la calle, que en estos días presenta el durísimo desafío del clima, con temperaturas bajo cero, sensación térmica aún menor y viento que amenaza con volar todo en un lugar con muy poco reparo.
Los tres están de lunes a sábados divididos en dos turnos: primero de 5 de la mañana a 9:30 y luego de 14:30 a 18 horas.
