A menos de un año de ser mamá y con apenas 6 meses de entrenamiento tras estar inactiva en lo deportivo, Leila Ramos brilló en el Estadio Federación de Básquetbol de la capital jujeña y se coronó campeona nacional en Formas de IV Dan y en Lucha -55 kilogramos.
“Fue un torneo soñado”, describió la deportista del barrio Laprida, y detalló que “era un estadio hermoso por dónde se lo mire, fue todo de altísimo nivel, tanto la competencia como la organización, fue muy lindo disfrutarlo”.
El camino a la consagración no fue fácil, debido a que afrontó dos rondas duras, específicamente en la modalidad Lucha.
“Tuve dos eliminatorias y ambas las empaté, nuestros rounds son de 2 minutos, así que peleé 4 minutos con la primer competidora, pasé a semifinal y empaté nuevamente, fuimos al punto de oro y pude clasificar a la final”, remarcó.
La comodorense no esperaba llegar a esa instancia y explicó que “después de ser mamá estuve dos meses sin entrenar, volví y fueron 6 meses de preparación”.
Sin embargo, el cuerpo le respondió: “Tuve una recuperación rápida tras ser madre y obtuve tres títulos, porque gané el título provincial, después el regional y ahora el nacional en ambas modalidades, en Formas de IV Dan y en Lucha -55 kilogramos”.
La consagración no se dio sola y atrás de Ramos “empujaron” muchísimas personas: “Soy re agradecida de los que me acompañan y de los que me apoyan a través de las redes sociales, agradezco a la gente de la ciudad y sobre todo a los de mi barrio Laprida, y a los sponsors que me dieron una tremenda mano (Cynthia del Sol, Mundo Jim, MJ Servicios, Gael Matiolli y Mantra Spa)”.
Además, las medallas en Jujuy también se dieron por la presencia del maestro Sergio Oyarzo, quien es VIII Dan y director de la Taekwondo-Do Asociación Austral (TAA).
“Hace mucho que no podía hacerlo por su rol de árbitro, pero esta vez fue nuestro coach, nos acompañó y en lo personal me dio más seguridad de lo normal. Siempre agradecida por el entrenamiento, la dedicación y el tiempo que nos brinda. Es un ejemplo adentro y afuera, es un gran ejemplo a seguir”, expresó.
“NOAH FUE MI MOTIVACIÓN”
“Noah se porta muy bien, es re tranquilo y sociable, me permite tener el espacio necesario para poder enfocarme en la competencia”, admite la deportista sobre su hijo. Y agrega que en el torneo “fue mi motivación en cada pasada, antes de entrar al área lo miraba a él en la tribuna con mi mamá y me emocionaba mucho”.
SEGUIR CUMPLIENDO SUEÑOS
La taekwondista confesó que “siendo mamá cuesta un poquito más competir, pero hay que acomodarse y todo se puede”.
En ese sentido, Ramos destacó la incondicionalidad de su madre para el cuidado del bebé: “Siempre estuvo en cada viaje y en esta ocasión no se quedó atrás, hizo el esfuerzo y me dio una mano con Noah. Durante la competencia se quedó con ella y con la mujer de mi maestro, que es como su otra abuela, y con los tíos, que son mis compañeros, somos todos una familia”.
Asimismo, dijo que “a pesar de haber sido mamá, que eso puede frenar a muchas mujeres, puedo seguir cumpliendo mis sueños”.
“Cuando decidí ser mamá pensé que se me iban a cortar muchas cosas, una de ellas era lo deportivo, lo competitivo, pero tengo la fortuna de que mi nene me lo permite hacer, se adapta a lo que yo hago”, soslayó.
Y afirmó que “mientras pueda voy a seguir disfrutando de la competencia, voy a seguir esforzándome para representar a la ciudad, a mi barrio, que lo amo, a mi provincia y, si se puede, a mi país”.
INSPIRAR A MUJERES
Leila Ramos no se queda solamente con lo deportivo y apunta a inspirar con su historia: “Ojalá esto sirva de inspiración o de ejemplo para las mujeres que son mamás o que quieran serlo pero les da miedo dar ese paso”.
“Todo se puede, es un tema de organización y ver si cuentan con la gente que puedan ayudarlas o apoyarlas, porque sola yo creo que se me hubiera hecho más difícil, no imposible porque no me dejo ganar por nada, siempre trato de buscarle la vuelta para poder cumplir lo que me proponga”, sentenció.
