El fiscal que encabezaba la Unidad Antilavado, hasta que fue desplazado por la procuradora Gils Carbó, hizo una denuncia por movimientos de cuentas sospechosos que involucraban al empresario santacruceño.
Las operaciones sospechosas de depósitos de dinero y retiro en efectivo se hicieron en cuentas del Banco de Tierra del Fuego en la sucursal Río Gallegos, Santa Cruz, capital nacional del kirchnerismo. Y por eso el Banco lo denunció. Y así se generó un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) que derivó en una denuncia por lavado de dinero en la que está involucrado el empresario Lázaro Báez.
Una vez recibido el ROS, la Unidad de Información Financiera (UIF) analizó el expediente y eso fue girado a la Unidad Fiscal Antilavado que estaba a cargo del fiscal Raúl Pleé. Con la llegada de la procuradora Alejandra Gils Carbó, esa oficina quedó en desuso por la creación de un organismo llamado Procuraduría de de Criminalidad Económica y Lavado de Dinero (PROCELAC).
Pleé analizó lo informado por la UIF y realizó una denuncia para que un juez investigue el delito de lavado de dinero. Todo comenzó con depósitos millonarios que aparecieron en las cuentas de Emilio Marcelino Heredia, Raúl Eduardo Heredia y Fabián Carlos Figueroa. Entre 2003 y 2005 recibieron en sus cuentas 10,8 millones de pesos.
Los depósitos provenían de cheques de las empresas vinculadas al negocio de la construcción en Santa Cruz: «Kank y Costilla» y la unión transitoria de empresas (UTE) «Kank y Costilla, Gotti S.A». Esas firmas depositaron 7 millones de pesos en las cuentas de los Heredia. El mismo día que entró el dinero pasaron 5 millones a la cuenta de Figueroa quien los retiró en efectivo al instante. Otro ROS emitido por el Banco de Tierra del Fuego señala una operatoria similar por una cifra cercana a los 4 millones de pesos.
Según la denuncia realizada por Pleé, los Heredia están vinculados a la construcción en tanto Figueroa figuraba como comerciante. Figueroa autorizó a los Heredia a retirar dinero de su cuenta mediante una escritura pública. No se pudo establecer a cambio de qué se recibieron los cheques de las constructoras ni por qué pasaron los fondos a las cuentas de Figueroa. Según la declaración jurada de febrero de 2005 Figueroa había hecho compras -en 2004- por 7900 pesos y ventas por 11900 pesos. Cifras alejadas de los millones que depositaron en sus cuentas.
Los Heredia transfirieron un inmueble de Río Gallegos a Lázaro Báez y al Sergio Gotti -los dos empresarios de la construcción- por 100 mil pesos. Pleé pidió que se investigara a los Heredia y a Figueroa y también a las constructoras porque las maniobras “ hacen presumir la existencia de un vínculo carente de justificación económica entre los sujetos aquí reportados y las empresas citadas”.
El fiscal hizo la denuncia que actualmente está radicada en el juzgado federal de Río Gallegos a cargo de la jueza Ana Cecilia Álvarez y el fiscal que investiga es Norberto José Bellver.
En la denuncia fechada en agosto de 2008, el ex fiscal Antilavado, desplazado por Gils Carbó, aseguró que «si se tiene en cuenta que tanto la unión entra las empresas Kank y Costilla y Gotti SA para obras públicas, cuanto la conformada por Gotti SA y Austral Construcciones (a la sazón vinculada a Lázaro Báez adquirente del inmuebles de lso Heredia junto a Sergio Gotti) han generado sospechas acerca de las modalidad de otorgamiento de licitaciones de obra pública en esa provincia, de las que tampoco estaría ajena la firma ‘Contreras Hnos’, también vinculada a la UTE mencionada, lo cierto es que todo desvío de fondos derivado de estas empresas a personas que no tienen ninguna vinculación personal o contractual conocida con ellas amerita una investigación más profunda, máxime cuando luego de algunas pocas operaciones bancarias, se producen retiros en efectivo de considerable valor».
Y con esos argumentos Pleé hizo la denuncia por lavado que incluye a empresas de Lázaro Báez.
