El empresario patagónico, denunciado por lavado de dinero, afronta un recorte en su grupo que afecta las constructoras, los medios de comunicación, otras compañías y hasta su club de fútbol.
El empresario Lázaro Báez, beneficiado con las obras públicas en la Patagonia durante la gestión kirchnerista, estaría atravesando una significativa crisis: en los últimos meses convocó a retiros voluntarios y realizó un recorte de personal. También hubo desvinculaciones y despidos en sus medios de comunicación y en empresas de servicios, como las encargadas del catering para los operarios que trabajan en las obras.
Fuentes ligadas al empresario aseguran que la intención es no recurrir a despidos masivos. Asimismo, destacan que el grupo tiene cerca de 5.000 empleados afectados a las constructoras, y trabajos en ejecución o a punto de terminarse.
No obstante, por no cumplir con el contrato, la semana pasada le sacaron la construcción de la autovía de doble trocha que une Trelew con Puerto Madryn, que estaba a cargo de su empresa Kank y Costilla. Eso lo llevó a despedir trabajadores, lo que provocó la protesta de la UOCRA de Chubut, publica el diario La Nación.
Y aporta otro dato que completa el repliegue y la crisis que sufre el grupo empresario de Báez: en Caleta Olivia, en el norte de Santa Cruz, 70 operarios de Austral Construcciones que están trabajando en la autovía Caleta-Comodoro Rivadavia hace dos semanas protestaron por la falta de pago de la quincena y del medio aguinaldo.
Lázaro Báez está acusado de lavado de dinero por 65 millones de dólares a través de una red global de empresas fantasma.
