Una complicada coyuntura financiera golpea a la economía argentina, azotada por una galopante inflación, desaceleración económica, escasas reservas de libre disponibilidad en el Banco Central, crecientes presiones cambiarias y altas tasas de interés, a pocos meses de una elección presidencial, informó Infobae.
La expectativa de inflación se proyecta superior al 7% para abril, en momentos en que el Gobierno vuelve a renegociar metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco de un crédito por unos USD 45.000 millones, cuando las recientes restricciones limitan el acceso a divisas en plazas alternativas con el fin de frenar la dolarización de carteras.
En cuanto a cifras, probablemente el desplome de las reservas internacionales del Banco Central sea la muestra más contundente del deterioro económico de los últimos años.

Los activos de la entidad acumulan una caída de USD 10.458 millones o 23,5% en lo que va del año, desde USD 44.588 millones del cierre del año pasado a USD 34.130 millones el último jueves, el stock más bajo desde el 11 de octubre de 2016, casi siete años atrás.
Según el último relevamiento de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), considerando solo los tres principales cultivos de la Argentina, la sequía se llevó 50 millones de toneladas. Lo que representa una merma del 43% en el volumen de producción. Las estimaciones detallan que la baja en el ingreso de divisas se puede estimar en USD 18.777 millones, considerando la menor producción y saldos exportables, tomando como referencia el precio FOB de exportaciones del pasado 24 de abril. Solo en el primer cuatrimestre de este año, el ingreso de divisas (USD 5.237 millones) acusó una baja real de USD 5.861 millones con respecto a igual periodo de 2022 (USD 11.098 millones).
Aun con “dólar soja”, el ritmo de ventas a precio de los productores es mínimo. Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral explica que “no llega al 10%, contra el 12% del año pasado que fue lento y 15% promedio histórico”.
