Una vez concluido el proceso electoral de la provincia del Chubut, las empresas regionales apuntan a retomar la asamblea iniciada el miércoles 18 de mayo –se reanudaría mañana jueves-, instancia en la que muchos de los empresarios participantes esperan definir pasos a seguir en el reclamo planteado ante las operadoras y el pedido para que las autoridades políticas exijan la creación de un nuevo marco de negociación entre empresas, que brinde un mayor equilibrio a favor de las contratistas. Aseguran que el ánimo del sector está fortalecido por la sucesión de reuniones y la adhesión de empresarios pymes que hasta ahora no habían participado, incluso con mayores afiliaciones a la Cámara. Desde las operadoras se manifiesta que hay disposición a analizar casos individuales, pero se ponen límites a las expectativas planteadas.
«No sólo estamos reclamando por equilibrar las tarifas y recuperar los días perdidos –aseguran integrantes del sector pyme-, sino que también es hora de que las empresas regionales vuelvan a ganar plata. Los trabajadores del sector tienen buenos sueldos, las operadoras logran grandes ganancias y brillantes negocios, pero nosotros somos el pato de la boda y queremos dejar de serlo».
Desde esa óptica, se afirma que el sentir del sector apunta a lograr un nuevo marco de trabajo, tal como se expresó en el título de la solicitada publicada días atrás («No va más»), en la convicción de que «muchos están dispuestos a ir a fondo».
Esa postura, aseguran, se ve fortalecida por el interés demostrado por empresarios que hasta ahora no habían participado y que en los últimos días expresaron su decisión de sumarse a la cámara empresarial.
También se reivindicó a la conducción de la Cámara, que «siempre priorizó el diálogo y mantuvo la predisposición al consenso», lo que motivó críticas tanto propias como desde otros sectores. «En realidad Matías (Twardowski, presidente de la Cámara) siempre reflejó la mesura del sector, pero hoy la fuerza de su posición es otra, porque las empresas están al límite y, en mayor o menor medida, no tienen mucho que perder. Hubo confianza en las promesas de YPF para mejorar tarifas, pero al final volvimos a fojas cero», se reflexionó en ámbitos empresarios. De igual modo se asegura que si bien el reclamo mayoritario ha sido contra la petrolera de los Eskenazi, un síntoma que no pasó desapercibido es que «muchos de los nuevos asociados son contratistas de PAE», a la que también se le han comenzado a reclamar adecuaciones tarifarias y de la que se espera «un mayor compromiso regional por ser la que ha renovado el contrato de concesión y por tener mayor previsibilidad».
Desde la otra vereda
Por otra parte, desde sectores allegados a las operadoras se admite que hay casos para revisar en forma individual, pero se asegura que los reclamos y problemáticas no pueden generalizarse. «Se pide que las operadoras reconozcan mayores tarifas por efecto de la inflación, pero el barril de crudo no se ha movido de la referencia de 42 dólares en los últimos años, más allá de que por un promedio del programa Petróleo Plus se pueda llegar a valores de 50 ó 55. Pero esto sigue muy lejos del precio internacional, cotiza por encima de 100 dólares el barril», dicen analistas vinculados a las petroleras.
«Pero los balances les siguen reportando grandes ganancias y nosotros seguimos fundiéndonos», responden voceros regionales. En las últimas horas, el consultor Daniel Montamat echó más nafta al fuego, al asegurar que las operadoras «se quedan con sólo un 8 por ciento de la renta petrolera». En ese análisis, son los consumidores los más beneficiados (por ejemplo, a través del precio de gas subsidiado y totalmente alejado de los altos precios internacionales), por lo que es posible que al achicarse una porción de la torta, sea la parte que también pierden las contratistas de servicios.
Otro argumento rechazado desde el ámbito corporativo internacional, en contraposición al planteo regional, es la imposibilidad de reconocer la facturación de días caídos: «Se pide a las operadoras una estabilidad que ni siquiera el gobierno nacional puede garantizar, porque los días que no se puede subir a trabajar por los conflictos no es algo atribuible a las compañías, que también pierden plata los días que no se trabaja: si no se sube, no se puede perforar ni reparar pozos, entonces se cae la producción. Esto es algo que las regionales deberían resolver con el sector político y gremial».
También hay críticas veladas a «los problemas de gerenciamiento que tienen muchas empresas de la región» y a prácticas de «sobrefacturación» que se habrían detectado, según reiteradas referencias en el ámbito corporativo. «No se puede generalizar –coinciden los contratistas-: si hay irregularidades, nadie las va a defender, pero lo que estamos reclamando es mayor compromiso con el desarrollo de la región».
Confianza en el sector político
Los próximos días serán claves para dilucidar la eficacia de las gestiones realizadas por autoridades de la cámara de pymes ante autoridades políticas. El intendente Buzzi (flamante gobernador electo) se comprometió ante el sector a trabajar personalmente en el reclamo frente a las operadoras, una vez traspuesta la definición eleccionaria de este domingo. También despertaron confianza las palabras del gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, quien en su paso por Comodoro expresó que se necesita «una política de las operadoras que dé mayor certeza a las pymes locales y regionales».
En ese marco, también reconoció la necesidad de que los sectores se comprometan a superar el marco de conflicto permanente, que viene erosionando la viabilidad del sector empresario. Es que, según se quejan las pymes, más allá de los paros y piquetes, «las operadoras no dejan de ganar, los trabajadores tienen mejores salarios y los únicos que venimos perdiendo somos nosotros».
Fuente: Diario Crónica
