Su rescatista, Magalí, contó con tristeza que la perrita es ciega y “no duró ni cuatro días con la nueva familia, que no entendió la responsabilidad ni la paciencia que necesita un animalito con estas características”. Miki, por su condición, busca constantemente contacto para sentirse segura y suele cruzarse entre las piernas al caminar.
Ahora, con el miedo de que vuelva a atravesar otra adaptación estresante, la proteccionista lanzó un pedido de adopción responsable: “Apostamos a personas de buen corazón, que sepan el compromiso que implica tener y cuidar a un perrito como ella”, expresó.
Quienes deseen darle una verdadera oportunidad pueden comunicarse al 2975016566.
