En un mensaje difundido a través de veteranos de guerra y medios de comunicación, Raileff agradeció el acompañamiento de toda la comunidad:
“Hemos logrado recaudar los 16 millones de pesos que se necesitaban para comprar el Pembrolizumab de 100 miligramos y así poder iniciar la tan ansiada quimioterapia. Agradezco a todos los Centros de Veteranos de Guerra de la patria, a los medios que difundieron mi situación y a cada vecino que aportó. Hoy les pido que no depositen más, ya que conseguimos lo necesario. Dios los bendiga. Un abrazo malvenero para todos”.
Un largo camino de reclamos y solidaridad
Raileff atraviesa desde hace meses una dura batalla: con dos tumores visibles y un riñón trasplantado, necesita el medicamento Pembrolizumab, que ni IOSFA ni PAMI —obras sociales que deberían garantizar su cobertura— aceptaron financiar. La situación generó indignación en sus compañeros, quienes denunciaron:
“Cada día estamos perdiendo parte de la historia de nuestro país y parece que nuestras obras sociales están desmalvinizando al no brindar la cobertura necesaria”.
La campaña solidaria atravesó incluso un hackeo en la cuenta de recaudación, pero la comunidad respondió con rapidez y confianza, logrando que finalmente el dinero esté disponible para la compra del fármaco.
Compañeros de armas lo recuerdan como un militar comprometido y un hombre de gran humanidad. Juan Pérez y Víctor Contreras, veteranos que acompañaron la difusión de su caso, destacaron:
“Jorge fue siempre un excelente compañero, benevolente y solidario. Su manera de tratar a los soldados marcó un vínculo fuerte que mantenemos hasta hoy. Por eso esta ayuda es también un acto de justicia y reconocimiento”.
Más allá del alivio de haber reunido los fondos, el caso de Raileff expone una problemática estructural: la falta de cobertura de salud para los veteranos de Malvinas. Muchos de ellos, ya mayores de 60 años, enfrentan secuelas físicas y emocionales sin la respuesta adecuada de las instituciones. La historia de Jorge refleja tanto la crisis en el sistema de salud para los excombatientes como la solidaridad inquebrantable de la sociedad, que permitió transformar la angustia en esperanza.
