Argentina se lució en Houston y derrotó 7-0 a una deslucida Bolivia. Agüero, Lavezzi y Messi (jugó sólo 25 minutos) la metieron por duplicado. Completó Correa, en la primera que tocó. El martes, el segundo partido ante México.
La facilidad del ensayo hace poner en duda su validez. Pero, al fin y al cabo, Argentina hizo lo que tenía que hacer y apabulló, con cada una de sus letras, a Bolivia. Un 7-0 contundente en Houston que dejó algunos puntos altos que merecen ser destacados a pesar de la situación en la que el rival llegó al evento.
Agüero fue uno de los pocos habituales titulares que estuvo desde el arranque en esta Selección semi suplente que plantó Martino. Y demostró porqué merece estar entre los once siempre, con dos goles y dos asistencias a un Lavezzi que también estuvo a la altura de las circunstancias.
Párrafo aparte para Lionel Messi, quien una vez más calló a los detractores que todavía se animaban a cuestionar que jamás le había convertido a Bolivia. Ingresó a los 20′ y necesitó 120 segundos para convertir su primer gol. De yapa, nos regaló otro más. Correa, que la metió en la primera pelota que tocó en la Selección, se sumó a los destacados.
Uno que no convirtió pero pisó firme en el mediocampo fue Matías Kranevitter. Con la 4 en su espalda, al mejor estilo Steven Gerrard, se hizo amo y señor de la pelota en su estreno celeste y blanco y cerró la noche con la espectacular asistencia entre líneas a Correa.
Era un amistoso sumamente ganable pero Argentina lo hizo dinámico y muy sencillo. El martes se llevará a cabo el segundo juego ante México pero, en Houston, la Selección no tuvo ningún problema.
