Antes de ser asesinada a puñaladas por Mauricio Parada Parejas, la docente salteña que vivía en Tucumán elevó más de una decena de denuncias. La primera, con fecha de noviembre 2015; la última en mayo de 2020. A través de una carta que circula por redes sociales, familiares de la mujer convocan a una marcha el lunes 2 de Noviembre en la Plaza Independencia.
Desde el sábado, el pueblo tucumano está consternado por el femicidio de Paola Estefanía Tacacho (32), la profesora de inglés que fue asesinada a puñaladas por Mauricio Parada Parejas, un ex alumno que la acosaba y amenazaba de muerte desde hace cinco años. El crimen ocurrió a las 21:30 horas, cuando Tacacho terminó su rutina en un gimnasio del barrio Norte de la ciudad de San Miguel de Tucumán y se dirigió de regreso a su casa, ubicada a pocas cuadras.
Tal como reconstruyó Infobae, el hombre abordó a la mujer de manera imprevista, a la altura de la calle Monteagudo al 500, y luego de mantener una fuerte discusión con ella, sacó un cuchillo y le asestó al menos seis puñaladas.La primera fue por la espalda, cuando la mujer quería dejarlo atrás y escapar del asedio. Paola murió en el lugar.
A medida que pasan las horas, van trascendiendo detalles del brutal femicidio. La novedad llegó de la mano de un medio tucumano que tuvo acceso a las trece denuncias que Tacacho había efectuado contra Parada Parejas. La lista, de acuerdo al portal Los Primeros de Tucumán comienza en Noviembre de 2015 y finaliza en mayo de 2020.
Durante ese período de tiempo, Paola elevó más de una decena de denuncias por: Acoso y Violencia de Género; Desobediencia Judicial y Amenazas. Dos de ellas, según la periodista Mariana Romero que está siguiendo el caso, fueron archivadas por “no contar con el espacio físico suficiente” ni para el personal ni para la cantidad de expedientes que había en esa oficina.
La pareja de Paola, Ana, y un íntimo amigo, Marcelo, también hablaron con la prensa tucumana. De acuerdo con el testimonio de la primera, Parada Parejas se le aparecía a Tacacho en situaciones esporádicas e impredecibles. “Hacía cinco años que la venía molestando, tocando el timbre de su casa, molestando a los vecinos, molestándome a mí. Una vez me lo crucé. Le dije que pare, que se vaya sin hacer ningún tipo de daño. Me contestó que ya no había perimetral y que por eso él tenía todo el derecho de pasar cerca”, contó la mujer.
Por su parte, Marcelo dio detalles escalofriantes del acoso que sufría su amiga. “Se tomó el trabajo de grafittear el nombre de Paola por el camino que ella hacía hasta el trabajo y el gimnasio. Marcaba su presencia, como diciendo: ‘Estoy aquí y te estoy mirando”.
A última hora del domingo, además, comenzó a circular una carta que escribió la hermana de Paola donde, entre otras cosas, pide Justicia y adherencia a la marcha del lunes 2 de noviembre en la Plaza Independencia (Av. 24 de Septiembre 400).
“La Justicia de Tucumán nunca hizo nada con todas las denuncias que ella realizó y las denuncias que realizamos con nuestra madre y mis primas. Nunca movieron un dedo para protegerla ya que la familia de este tipo tenía vínculos con la política de Tucumán, nunca lo encerraron ni siquiera un día, nunca respetó las perimetrales. No hicieron nada en cinco años», sostuvo Ana.

