La empresa YPF conectará al sistema una producción de gas de unos 120.000 metros cúbicos diarios a partir de los buenos resultados logrados en el yacimiento El Orejano, junto a Loma de la Lata. Se trata shale gas de la formación Vaca Muerta en un área chica pero «por demás promisoria», indicó una fuente de la provincia de Neuquén. Pero también ocurren otras cuestiones en la provincia andina. Por ejemplo, la intención de Jorge Sapag de renunciar antes de completar el mandato para volver a ser candidato en 2015.
El secretario general de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra, afirmó que el jueves 14/02 al mediodía estuvo reunido en la residencia de La Costa (así se le llama a la vivienda oficial del gobernador) Jorge Sapag; y el presidente de YPF, Miguel Galuccio.
Galuccio llegó a la región en un avión privado procedente de Comodoro Rivadavia y bajó en el aeropuerto Arturo Illia de General Roca, desde donde se trasladó a la capital neuquina para encontrarse en la residencia oficial con Sapag y con el líder de los petroleros y secretario general adjunto de la CGT de Hugo Moyano.
Lo llamativo es que desde la Casa de Gobierno neuquina, una fuente muy cercana a Sapag negó el encuentro, señala hoy un informe elaborado por Urgente24.com.
Y desde la empresa YPF, que en la ciudad de Neuquén tiene oficinas en la calle Talero, negó que el presidente de YPF hubiera visitado la capital provincial: «Si vino, acá no nos enteramos, en un 99% no vino», dijo la fuente.
Pereyra, en cambio, de acuerdo al diario Río Negro, contó: «Se trataron muchos temas, que son importantes pero no son públicos».
Sí fue visible que por la tarde, Pereyra estuvo con Sapag, durante la inauguración de una ruta, en Añelo.
Si Sapag, Galuccio y Pereyra se juntaran hay un único tema a abordar: qué pasa con el embargo sobre los activos de Chevron, la principal productora de la provincia y una aliada clave de YPF.
Mientras tanto, YPF anuncia que conectará al sistema una producción de gas de unos 120.000 metros cúbicos diarios, a partir de los buenos resultados logrados en el yacimiento El Orejano, junto a Loma de la Lata.
Se trata de shale gas de la formación Vaca Muerta en un área chica pero «por demás promisoria», indicó una fuente de la provincia. El Orejano x2, así se llama el pozo, tiene un valor simbólico especial para la compañía pues es el 2do. pozo de shale gas que será conectado al sistema. El otro está en Aguada Pichana y pertenece a la empresa francesa Total.
El Orejano es un yacimiento 100% de YPF Y y su descubrimiento fue anunciado por el presidente de la compañía Miguel Galuccio junto a Loma del Molle (en el que participan en distintos porcentajes con Exxon, y Gas y Petróleo de Neuquén).
La proyección es fantástica, dicen, pues contempla la perforación de 18 pozos, y una inmediata conexión con el gasoducto de Pacífico, una cañería en desuso pero que estiman se puede reactivar una vez que la producción esté en marcha plena:
«Podés vender a US$ 11 (el millón de BTU) a Chile y compensar con una compra a US$ 9 a Bolivia», estimó una fuente del área energética de la provincia al matutino de General Roca, Río Negro.
Pero, luego de lo turbio del encuentro o desencuentro entre Sapag, Pereyra y Galuccio, de todo puede dudarse. Ya se verá…
En tanto, otra eventual novedad, la ofreció Héctor Mauriño, desde la capital neuquina, en su columna en el diario Río Negro. Resultaría un ardid de Jorge Sapag para intentar la re-re pero sin tener que reformar la Constitución provincial:
«(…) Ya se advirtió desde esta columna que el gobernador evaluaba el uso de su arma estratégica, consistente en encabezar él mismo la lista de candidatos a senadores al estilo de su par del Chaco, Jorge Capitanich. Esta semana Sapag le ha dado una vuelta más de tuerca a su engendro o, mejor dicho, media vuelta, al mandar a decir a sus voceros que si aceptara ser candidato no sería testimonial; es decir que, de resultar elegido, renunciaría a la gobernación… ¡para ser senador!
Media vuelta y no una entera, porque el mandamás del MPN ni siquiera ha confirmado lo que adelantaron sus propaladores, se ha limitado a señalar que se trata de «una hipótesis», con lo cual las conjeturas sobre su renuncia a fin de año y vuelta a la carga en el 2015 corren por cuenta de periodistas, dirigentes y aficionados a la política como entretenimiento.
En todo caso, se trata de especulaciones para nada infundadas porque, como todo el mundo sabe, por un lado el gobernador le viene dando vueltas hace rato al tema de su re-re y, por otro, las candidaturas a senador de Pereyra y de Sobisch son un claro estorbo para sus planes.
Veamos el segundo de los asuntos. Pereyra es un aliado fuerte al que Sapag preferiría no tener que enfrentar. Pero el líder petrolero se ha convertido en un lastre, porque un aliado de Moyano no puede ser bien visto por el gobierno nacional, con el que Sapag mantiene una relación pragmática aunque sin pasión, a despecho de sus reiteradas declaraciones de amor.
Como Pereyra insiste (llegó a decir delante del gobernador que la testimonial es una hipótesis y lo suyo una candidatura), es probable que el diplomático hijo de don Elías, que prefiere no usar la palabra «No», haya elegido una forma elegante de dárselo a entender, algo así como «correte, Caballo, que voy yo».
En el entorno del gobernador no falta quien asegure que tales contemplaciones, por más que se trate de un aliado de peso, son exageradas y que bastaría con que «Jorge» llamara al petrolero y le recordara quién es «el jefe» y que si insiste en ser candidato no podrá serlo por la lista Azul.
Es probable que aun así Pereyra insista tozudamente en sus razones, pero en ese caso tendría que ser candidato de otra lista y si así fuera los estrategas oficiales dan por hecho que Sapag lo pulverizaría. «A lo sumo tendrá 10 ó 15.000 votos, los de los petroleros, pero Sapag candidato saca 50.000. Y si no va él y bendice a otro, ese otro saca 35.000», se entusiasman. Otra posibilidad –razonan– sería que Pereyra vaya por el partido de Moyano, pero claro –piensan– ya no sería un caballo ganador.
Es probable que el astuto gobernador esté tratando de evitar que Pereyra, despechado, haga migas con Sobisch para disputarle la interna. Pero si así fuera en el sapagismo no le asignan demasiadas posibilidades, sencillamente porque consideran que el otro Jorge «ya fue».
Así las cosas, cuesta creer que el gobernador haya inventado este globo de ensayo solamente para espantar a sus competidores internos. Antes bien pareciera que, además de la unidad en lo interno, el segundo de los motivos esbozados, el de buscar un camino seguro para asegurarse cuatro años más, es la razón principal.
En realidad, un adicto a las encuestas como Sapag jamás toma una decisión de fondo sin estudiar, a la manera de los antiguos augures, el vuelo de las aves sagradas. No por nada los teléfonos de Neuquén repican desde el jueves a la noche con una encuesta que indaga sobre la aceptación que merece entre los electores el lance oficial.
Con todo, no faltan en el gobierno quienes piensan que esta jugada es un error. Alegan que no es tan importante para el gobierno ganar las elecciones legislativas o, en todo caso, que eso no es decisivo para la reelección. Que, en lugar de jugar a todo o nada para asegurarse el regreso en el 2015, Sapag debería nombrar candidatos para las legislativas y prepararse para lanzar una reforma de la Constitución en marzo del año próximo. Estiman que para esa fecha Cristina podría plantear su propia re-re y que en esas circunstancias, una mano lava la otra, el PJ sería un aliado para el enjuague local.
Pero, según trasciende de las alturas del poder, los sondeos dan muy bien colocado a Sapag en cuanto a imagen, con buena ventaja sobre sus pares más cercanos, Pechen y Quiroga. Pero las mismas fuentes admiten que cuando se pregunta a los encuestados sobre la posibilidad de que el gobernador sea reelecto otra vez el apoyo a su figura se cae a la mitad.
Sapag confía en la lealtad de Pechen para entregarle el timón. No obstante, cualquiera podría preguntarse sobre la racionalidad de dejar de gobernar durante dos años para poder hacerlo otros cuatro. ¿Sacrificar una pieza para lograr una posición favorable? Puede ser, pero además, claro, habría que evaluar las posibilidades reales de que tal gambito sea autorizado por la Justicia.
La Constitución es muy clara respecto de la sucesión: si el gobernador renuncia lo reemplaza el vice. Pero no respecto de qué ocurre si un mandatario renuncia y quiere volver en el próximo período. Hay en danza dos interpretaciones: la ‘sijorgista’, que asegura que quien renuncia «queda automáticamente afuera» de la prohibición de ejercer más de dos períodos consecutivos. Y la de quienes señalan que, termine o no el período, si quiere volver tiene que esperar un turno.
Está claro que si las encuestas le dan bien y Sapag se decide, la última palabra la tendrá el Tribunal Superior de Justicia».
