Desde 2021, cuando Barracas Central logró el ascenso a la Liga Profesional pese a haber perdido la final de la Primera Nacional ante Tigre, ningún subcampeón de la definición por el primer cupo consiguió luego hacerlo en el Reducido.
Esa racha negativa volvió a repetirse en 2025 con Deportivo Madryn, que no pudo cortar la seguidilla que ya se transformó en una especie de “maldición” del torneo.
En 2025, Madryn igualó 1-1 en 120 minutos con Gimnasia de Mendoza, pero cayó 3-0 en los penales. El Lobo volvió a la élite después de 41 años y dejó al Aurinegro obligado a buscar revancha en el minitorneo del Ascenso. Sin embargo, tampoco allí pudo revertir el golpe: Estudiantes de Río Cuarto lo empató 1-1 en el Abel Sastre en la vuelta y, con el global 3-1, selló su retorno a la máxima categoría tras cuatro décadas. Así, el conjunto chubutense perdió las dos finales de la temporada y siguió la línea de los años anteriores.

En 2024 el patrón había sido idéntico: San Martín de Tucumán cayó 2-0 en la final ante Aldosivi, ambos punteros en sus grupos, y luego quedó afuera en semifinales del Reducido frente a Gimnasia de Mendoza, tras empatar 0-0 en la ida y perder 1-0 en la vuelta. Un año antes, Almirante Brown repitió el guión: derrota 2-0 ante Independiente Rivadavia en la final y eliminación posterior en semis ante Riestra, que lo venció 2-0 en ambos partidos para sentenciar un global de 4-0.
El único año que escapó a esta lógica fue 2022, aunque por motivo de formato: el torneo se jugó todos contra todos. Belgrano ascendió directo como líder de una única tabla y no hubo final entre punteros. Instituto ganó el Reducido sin que existiera un subcampeón buscando revancha.

Finalmente, todo se remonta a 2021, cuando Barracas Central perdió la final frente a Tigre por 1-0 pero pudo recomponerse: empató 0-0 con Quilmes en la definición del Reducido y ascendió por penales en el Cilindro de Avellaneda. Desde entonces, nadie repitió ese camino. Tres temporadas consecutivas confirman la tendencia: perder la final parece convertirse en un golpe demasiado duro para levantarse.
