El juez José García dictó prisión preventiva por dos meses para el oficial subinspector Adolfo Carballo, el cabo primero Aníbal Muñoz, el cabo Carlos Treuquil, y los agentes Carlos Alberto Pato y Mario Bebaqua. El magistrado también dispuso que la investigación permanezca abierta por un plazo de seis meses.
Salvo Carvallo, los otros cuatro efectivos –Muñoz, Treuquil, Pato y Bebaqua- fueron reconocidos por el joven de 16 años de haber sido quienes lo introdujeron en un calabozo de la Seccional Segunda de Trelew, lo golpearon, lo esposaron y finalmente lo violaron con un bastón policial.
Si bien no hay precisiones sobre el autor o los autores directos del abuso sexual; el testimonio del chico, el reconocimiento en Cámara Gesel y principalmente la pericia oficial que comprueba la violación fueron los elementos que consideró el juez para dictar la prisión preventiva.
En tanto, Carvallo quedó directamente imputado por ser el responsable del turno en la mañana del último miércoles y por haber fraguado el acta de detención.
Además fue quien le dijo a la madre del chico, Estela Alvarado, que su hijo estaba ebrio y que debían esperar que recuperara la lucidez para dejarlo en libertad.
Transcurrió una hora y media hasta el joven fue entregado a la madre, totalmente mojado y con golpes en diferentes partes del cuerpo.
La prisión preventiva será revisada en dos meses, más allá del derecho de la defensa de impugnar la decisión del magistrado.
Por su parte, el sargento ayudante Víctor Santibáñez, el sargento primero Sergio Castillo, el oficial ayudante Bruno Rodríguez y el agente Víctor Ortiz están indicados como los que detuvieron al joven en la vereda de su casa, lo introdujeron en el patrullero, lo golpearon y lo llevaron a la comisaría.
Los cuatro efectivos quedaron procesados en la causa por apremios ilegales y prohibición ilegitima de la libertad, pero de acuerdo a lo requerido por el Ministerio Público Fiscal, el juez decidió suplir la prisión preventiva por la prohibición de acercamiento a la víctima y a los testigos del caso.
La audiencia de control de detención de los 11 policías –el turno completo de aquel miércoles- comenzó a las 21 del sábado, tuvo un cuarto intermedio a las 0 del domingo, se reanudó media hora después y finalizó poco después de la 1 de la madrugada.
Comenzó con la desvinculación del hecho del sargento ayudante Eduardo Olavarría y del agente Sebastián Baigorria contra quienes no se encontraron ningún elemento de prueba.
Ambos quedaron en libertad y decidieron retirarse rápidamente de la sala en el tercer piso de los Tribunales.
El juez García expresó su preocupación porque “una vez más me toca presidir una audiencia donde los señalados son funcionarios policiales”.
“Uno deposita toda su confianza en ellos, uno piensa que sin los funcionarios policiales nunca se podría administrar justicia. Por eso digo que es lamentable”, sostuvo.
La causa está caratulada como abuso sexual con vejaciones, en concurso real con apremios ilegales y para el delito podría caber una pena de entre 8 y 25 años de cárcel.
Fuente: Radio3
