Este 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que invita a reflexionar y actuar por el cuidado de nuestro planeta. En Comodoro, hay quienes no solo reflexionan, sino que pasan a la acción. Como es el caso de Andrés Olivarez, conocido cariñosamente como “el hombre que limpia las playas”.
Lo que comenzó como una promesa hecha a su hijo en una salida a bucear en enero de 2012, cuando se enredaron en basura al salir del mar, se transformó en un movimiento que hoy moviliza a miles. “Le di mi palabra de que Papito algo iba a hacer”, recordó Andrés, y desde entonces no ha parado.
Su proyecto “Cuidemos nuestro tipo de mar, Salvemos nuestro Planeta” convoca cada segundo sábado de noviembre a vecinos, amigos y familias a limpiar las playas de Comodoro y Rada Tilly.
“La iniciativa empezó en una salida a bucear, en enero del 2012 cuando llevé a mi hijo de 5 años a bucear en apnea… saliendo del mar nos empezamos a enredar en basura y al llegar a la costa, le di mi palabra de que Papito algo iba a hacer”, relató Andrés.
Este compromiso personal generó un cambio profundo en su vida: “Generó un cambio desde lo racional hasta lo espiritual. Haber tomado conciencia me llevó a poner manos a la obra, algo debía hacer para dejarle un planeta más sano y digno a mi hijo y ese propósito fue creciendo”.
Por la creciente necesidad de vivir en un entorno más limpio y libre de contaminación, un grupo de vecinas y vecinos decidió unirse para generar un cambio real en su comunidad. Así nació Comunidad Sustentable: «Tras una limpieza de playa nos juntamos».
Desde entonces, esta iniciativa creció y sumó a instituciones, clubes deportivos, Fuerzas Armadas, religiones, familias, agrupaciones scouts y voluntarios de distintas ciudades de Argentina, todos con un mismo objetivo: cuidar y mejorar los espacios naturales.
En un mundo que necesita más que nunca compromiso ambiental, la historia de Andrés es un ejemplo vivo de cómo una pequeña acción puede transformar una ciudad entera.
Restaurar la tierra, salvar el futuro
Cada 5 de junio, los reflectores internacionales apuntan hacia una causa común: la salud del planeta. No se trata de una fecha simbólica más, sino de una plataforma mundial que une voces, moviliza acciones y busca soluciones frente a las múltiples amenazas que enfrenta el entorno natural.
La celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, promovida por la ONU, se ha convertido en una herramienta clave para generar conciencia, influir en políticas públicas y empoderar a comunidades enteras.
La consigna de este año, “Sin contaminaciópn por plástico”, busca movilizar al mundo frente a un fenómeno que avanza silencioso: la degradación de suelos fértiles y la expansión de zonas áridas por culpa de los plásticos.
