La feria, que habitualmente se organiza una vez al mes, en diciembre se extiende a dos días seguidos, por lo que este sábado 20 y domingo 21 funcionará de 10 a 20 horas, con una amplia oferta de productos locales y propuestas recreativas.
Según detalló Díaz, en la Feria de la Estepa se pueden encontrar carnes y alimentos frescos de producción local, como corderos, lechones, conejos, pollos y gallinas caseras, además de huevos, verduras y lechuga hidropónica. “Casi la mayoría de las cosas son sin químicos, todo muy sano y producido aquí en Comodoro”, remarcó.
También habrá elaboradores y puestos de comida, con choripanes, empanadas de carne, pollo y manzana, budines, pan dulce y distintas propuestas dulces y saladas, además de un patio de comidas donde las familias podrán quedarse a compartir el día. La productora comentó que su propio puesto se llama “Andrea y Nacho”, donde trabaja junto a su hijo ofreciendo, entre otras cosas, empanadas que se pueden freezar y guardar para la noche del 24.

Díaz precisó que participarán alrededor de 50 productores y artesanos, distribuidos en dos galpones grandes, lo que garantiza una importante variedad de opciones. Entre los precios orientativos mencionados para esta edición figuran: lechones a 12.900 pesos el kilo, pollos caseros a 8.000 pesos el kilo, corderos a 14.000 pesos el kilo y conejos a 25.000 pesos la unidad. También se ofrecerán combos de dos maples de 30 huevos caseros a 20.000 pesos y un maple de 20 huevos a 8.000 pesos.
Además de la oferta gastronómica y de productos, la feria contará con sorteos cada una hora, entre ellos el tradicional sorteo de un lechón, y propuestas recreativas para niñas y niños: patio de juegos, peloteros y jueguitos para todas las edades. “Muchas familias van y pasan el día, está todo preparado para eso”, destacó.
La Feria de la Estepa se realiza en la Asociación Vecinal de kilómetro 17, ubicada en Ricardo Petinarí y calle 7, con buena señalización sobre la ruta para facilitar el acceso. Díaz invitó a los vecinos de Comodoro y la zona a acercarse “a pasear, comparar precios, comprar productos locales y empezar a despertar el espíritu navideño” acompañando a los productores de la región.
