En un marco de desorden institucional, no podía faltar la versión 2.0 de los desajustes de la Cooperativa de Servicios Públicos de Comodoro Rivadavia, donde iniciar un trámite u obtener un comprobante, se complica al extremo.
En la página de la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (www.scpl.coop), hay desde hace un breve tiempo un servicio de factura electrónica que, en función de la experiencia de quien suscribe, resulta ininteligible.
El mismo remite a un enlace externo que ni siquiera es realizado en la ciudad. Tal vez la tercerización del sistema a manos de gente que no conoce las cualidades al detalle o simplemente quizá no sea idónea en el tema, deja librado al azar, en una tómbola sin bolillas dentro, la posibilidad de poder acceder a una factura, por caso, e imprimirla para poder pagarla en los lugares habilitados.
La falta de instrucciones para salvar este tipo de inconvenientes llega a exasperar a los usuarios que terminan desistiendo de cualquier clase de operación por vía Internet y deben acercarse sí o sí personalmente a las atestadas oficinas de calle San Martín.
El servicio funciona mal, no es personalizado y pierde identidad de la SCPL al ser administrado por foráneos, lo que implica asimismo una falta de interés por promocionar el trabajo de personal calificado en programación, del que en Comodoro no escasea precisamente.
