La Anónima: La historia detrás de su nombre

Federico Braun relató cómo la empresa adoptó su icónico nombre a partir de un apodo popular, admitiendo que él «nunca lo hubiera elegido» por no ser «cálido».

sábado 25/10/2025 - 18:01
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El nombre «La Anónima» es una marca registrada en la Patagonia, pero su origen no fue una estrategia de marketing, sino una imposición popular que la propia empresa tuvo que adoptar. Federico Braun, principal referente de la compañía, reveló la historia detrás de la denominación que se convirtió en un emblema.

«Es un cuento que me han preguntado muchas veces», reconoció Braun. La explicación se remonta a la fundación de la empresa, cuyo nombre legal era extenso y poco práctico: «Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia». Explicó en dialogo con La Nación

Ante semejante denominación, el público optó por el camino corto. «Obviamente la gente decía, naturalmente, ‘¿por dónde vas? Voy a la Anónima’. Y entonces quedó ese nombre y la sociedad adoptó ese nombre como nombre comercial», explicó.

Sin embargo, Braun confesó que el nombre no era de su agrado desde una perspectiva comercial, comparándolo con otras cadenas del rubro. «Es el último nombre que yo le hubiera puesto a una cadena de supermercados, que tiene que ser cálido, como es Disco, como es Jumbo, como es Tía, como es Día. Fíjate, son todos nombres cálidos», reflexionó.

«Me encontré con una sociedad que se llamaba la Anónima», admitió, y reconoció que se intentaron hacer cambios en la identidad visual, aunque con recursos limitados. «Cambié el logo… y bastante caseritos en ese momento, plata no había»

El punto de inflexión que consolidó el nombre provino, irónicamente, de una crítica que el propio Braun hizo al aire en un programa con Claudio Estefano. «llama una clienta de Viedma, una señora grande, y le dice al aire: ‘Le prohíbo decir que la Anónima es un nombre horrible al señor Brown'».

Esa llamada fue reveladora para el empresario. «De ese día dije, ‘está, está’. La gente es muy fiel del supermercado», sentenció.

Braun atribuyó esa lealtad inquebrantable al rol histórico que cumplió la compañía en la región. «Es una historia muy larga», señaló, recordando los inicios en la Patagonia, cuando Comodoro Rivadavia, por ejemplo, «tenía 13.000 habitantes, si los tenía».

En ese contexto, La Anónima era más que un supermercado; era el principal proveedor de la vida patagónica. «Era, además, con una flota de buques propia que te llevaba todo, desde el kilo de azúcar hasta materiales para el campo, para alambre, chapas, ese tipo de cosas», concluyó.

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