El ministro de Economía ordenó frenar los dos centenares de nombramientos que había realizado su antecesor Hernán Lorenzino antes de dejar el cargo. La mayoría de ellos iba a trabajar en la nueva medición de inflación. También fueron desplazados miembros de la llamada «patota de Moreno».
En los últimos días de diciembre el ministro de Economía, Axel Kicillof, frenó el nombramiento de 234 trabajadores del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Estos nombramientos hubieran llevado la planta de personal del organismo a unas 2.000 personas frente a las 1.200 que el instituto tenía en el 2007 antes de ser intervenido. La información que Infobae publica en forma exclusiva indica que Kicillof dejó de lado el proyecto de su antecesor Hernán Lorenzino, quien con la venia del ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quería incorporar a esos empleados para que trabajaran en la confección del nuevo Índice de Precios Nacional Urbano (IPC-Nu) que se dará a conocer el próximo 13 de febrero cuando se publique la inflación de enero.
Eso explica porque está vacío el edificio de la esquina de Paseo Colon y Carlos Calvo que Lorenzino mostró a la prensa en octubre como el nuevo lugar donde se iba a calcular ese índice. «Este centro es un paso más para consolidar el proceso de implementación del IPC-Nu y se le incorporará una nueva infraestructura con la tecnología necesaria para el volumen de operaciones y análisis que se requiere», dijo Lorenzino al finalizar la recorrida el 5 de noviembre pasado.
Infobae también pudo saber que Kicillof ha logrado que unos 10 funcionarios de la intervención de Guillermo Moreno se hayan retirado del Indec. Entre ellos se encuentran Hernán Brahim y Rubén Zampino, quienes formaban parte de la llamada «patota de Moreno». Sin embargo, todavía siguen algunos hombres de la gestión de Moreno. Pero Kicillof, al parecer, ha comenzado a intervenir en el organismo.
Desde el sindicato de trabajadores de ATE-Indec que conduce Raúl Llaneza ven como positiva la acción del ministro pero aseguran que no quiere atender a los trabajadores. Al respecto, el dirigente gremial manifestó a Infobae: «Hasta ahora tuvimos tres postergaciones de la reunión con el ministro y la última fue el 17 de diciembre pasado y no sabemos porque él no nos quiere atender».
Llaneza es además escéptico con el lanzamiento del nuevo Índice de Precios al Consumidor que saldrá en febrero: «El nuevo IPC-Nu va camino al fracaso porque viene de la misma gente que vino manipulando el actual IPC que no se publicará más. Es probable que el cálculo de la inflación no varíe mucho si siguen al frente del Indec la directora, Ana María Edwin, y el director técnico, Norberto Iztcovich. Si la actual medición da 0,8% mensual, con el nuevo índice no dará más de 1,5 por ciento».
Tal vez el IPC-Nu no refleje la verdadera inflación de enero que las principales consultoras privadas ubican entre un 3 y un 4 por ciento. En particular porque en la nueva medición aumentará la ponderación de la región de la provincia de Buenos Aires de un 50% a casi un 60% en el total del índice que componen las seis regiones donde se relevarán los precios. Esto implica que tendrán más relevancia los precios de Buenos Aires que los de la Capital Federal, a diferencia de lo que ocurría con el viejo IPC. Si bien la inflación de enero apunta a situarse entre las más altas de los últimos 20 años, es factible que los aumentos del 66% en el boleto de colectivo, del 35% en los peajes, del 10% en los combustibles y del 12% en los pasajes de avión no se vean reflejados en el IPC-Nu.
