La preocupación de los comerciantes locales no se limita a las bajas ventas del Día del Niño. Para Daniel Góngora, propietario de Juguetería Rebichos, el comercio enfrenta un escenario estructuralmente difícil: “Tenemos que afrontar sueldos, alquileres, impuestos y costos de flete que muchas veces superan el 30% del valor del producto, y eso no lo ve el cliente”, aseguró.
El empresario señaló que la competencia con plataformas de venta online genera un desafío adicional. “La gente viene al local, prueba el producto y muchas veces termina comprándolo por internet más barato. No mide el esfuerzo que implica mantener empleados, abrir todos los días y cubrir los costos operativos”, explicó.
Otro factor que afecta la rentabilidad del comercio local es la disparidad regional en salarios y costos. “Aquí se paga entre un 20 y un 30% más por zona que en Buenos Aires. Queremos poder competir en igualdad de condiciones, pero mientras tanto seguimos con la misma presión económica”, agregó Góngora.
Desde el sector se vienen realizando gestiones con autoridades municipales, provinciales y nacionales, buscando soluciones como la digitalización de trámites, agilización de habilitaciones y compensaciones por transporte. Sin embargo, el empresario advirtió que los resultados son lentos y las medidas, muchas veces, solo paliativas: “El sistema político cambia, los proyectos se estancan y el comercio sigue pagando lo mismo. Es un esfuerzo constante que se siente día a día”.
Góngora concluyó que, a pesar de la creciente presencia de la venta digital, los costos estructurales y la competencia desigual continúan siendo un problema para el comercio local, y llamó a la sociedad a valorar la compra en los negocios de la ciudad como una forma de sostener el empleo y la economía regional.
