En la madrugada de este viernes, delincuentes protagonizaron un nuevo episodio que refleja la creciente inseguridad en el barrio LU4.
Entre las 6:20 y las 6:40, cinco cámaras de videovigilancia instaladas a baja altura fueron arrancadas y sustraídas, según quedó registrado en las grabaciones de dispositivos.
La instalación había sido una respuesta directa a la ola delictiva que afecta a los vecinos desde hace tiempo.
Sin embargo, la situación dio un giro preocupante: los delincuentes no solo roban pertenencias y autopartes, sino que ahora también se llevan las cámaras.
Con información de El Patagónico
