El Rojo sigue con su mini racha positiva y llegó a su quinto partido sin perder, aunque casi cae en Córdoba: fue 0 a 0 con Belgrano, que fue más y tuvo un tiro en el travesaño de Pereyra. El Rojo sigue en descenso y espera que Argentinos pierda el lunes para acercarse.
Poco. El punto. El juego. Las llegadas. Independiente no pareció del todo incómodo con el 0 a 0, a pesar de que en su valija tenía la intención de traerse una victoria. Se encontró con un rival difícil, con un Belgrano que atraviesa la mejor campaña en Primera de su historia, que viene de una mini racha de tres (ahora cuatro) sin perder y que si bien no lo peloteó, estuvo más cerca, sobre todo tras el travesaño de Pereyra. Aunque el Rojo sumó su quinto partido sin perder (tres victorias, dos empates) seguirá este fin de semana en zona de descenso y le sacó el cuchillo del cuello a Argentinos, que de perder ante Estudiantes igual quedará por encima del equipo de Brindisi. ¿Sirve el punto? Parece que sí.
Por las dos que se perdió Melano, una en cada tiempo. Por el travesaño de Pereyra casi en el final. Por la pared de Zelarrayán y su tiro que dejó la boca abierta. En un partido en el que escasearon las llegadas, el local fue el que intentó demostrarle a Caruso Lombardi (quien puso en duda la intención de ganar tras la derrota de Argentinos el último fin de semana) que quería el triunfo, vital para asegurarse un lugar en la Sudamericana.
El Rojo tuvo algunas, es cierto. En el segundo tiempo, tras aprovechar que Belgrano volvió mal y después de varios intentos de patear al arco, fue el Rolfi Montenegro el que apuntó al arco y Aveldaño el que lo cortó justo. En el final, cuando apenas quedaba un suspiro, Ferreyra se fue por el costado y Eloy Rodríguez fue el que definió mal. Fue la última, la que queda en la retina, la que hace valorar el punto y, sobre todo, que ilusiona.
