El incendio que comenzó el 1° de diciembre en la zona de El Turbio, en la cordillera chubutense, continúa avanzando favorecido por las altas temperaturas, los vientos constantes y la compleja geografía del lugar.
Según confirmó este mediodía Rubén Jaramillo, director general ejecutivo del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, “estamos en pleno trabajo todavía” y el operativo se mantiene a máxima intensidad. Un helicóptero despegó minutos antes del mediodía para retomar tareas de ataque, luego de jornadas donde el humo denso obligó a suspender operaciones aéreas. “Por el momento podemos operar con medios aéreos y con el personal que está desde tempranas horas trabajando”, señaló el funcionario.
Jaramillo explicó que el avance del fuego se vio impulsado en estos días por una combinación de factores. “Las altas temperaturas no han colaborado; todo ha sido en beneficio del avance del fuego”. El viento predominante del oeste y el aporte de corrientes que provienen de los espejos de agua de la zona generan turbulencias que complican tanto las maniobras aéreas como el trabajo en tierra.
Por las características del lugar —quebradas profundas, bosque viejo quemado y vegetación nueva superpuesta— las llamas encontraron abundante material disponible. “Se entremezcla el quemado viejo con la nueva vegetación y esto le da más aceleración”, advirtió. El último incendio grave registrado en esa zona ocurrió en 2015.
Aunque circuló la versión de que el incendio se habría iniciado por la caída de un rayo durante tormentas eléctricas, Jaramillo aclaró que la causa no está confirmada. “La gente de investigaciones todavía no ha podido ingresar porque el sector continúa con mucha actividad”. Sí se registraron descargas eléctricas en toda la comarca durante esos días, lo que sostiene la hipótesis principal.
Pobladores y brigadistas
En El Turbio viven principalmente comunidades de pueblos originarios, que también están afectadas por la emergencia. “Hay que agradecerle a la gente que vive ahí, porque hacen su gran aporte para poder hacer la lucha contra este fuego”, destacó el director provincial en diálogo con Jornada Radio.
En el terreno trabajan brigadistas de Chubut, del SPLIF Río Negro, del ICE de Parques Nacionales, del Servicio Nacional de Manejo del Fuego y equipos locales con conocimiento del área. Por la simultaneidad de focos en toda la Patagonia cordillerana, no se prevé el arribo de más recursos externos: “No podemos desproteger otros sectores; estamos trabajando con mucha conciencia”, explicó.
Las primeras estimaciones indican que el fuego ya afectó unas 3 mil hectáreas de bosque nativo, aunque aún no se pudo determinar si se trata de tierras fiscales o privadas. El foco permanece activo y con proyección debido a las condiciones climáticas. Jaramillo hizo un pedido especial ante el inicio de la temporada turística. “A la gente que venga a vacacionar o a disfrutar de nuestra zona, muchas veces le vamos a pedir que no haga fuego y que cambie el menú, para evitar más focos”.
Con información de Jornada
