Así lo expresó el informe de FM La Cordillera en el Hoyo, donde Marcos Aguirre, representante del Parque Nacional Lago Puelo daba cuenta de los dos incendios. Las altas temperaturas y los vientos, más la escasa humedad, complican las tareas para sofocar el siniestro.
Uno es en la zona de El Turbio donde trabajan 70 combatientes del plan nacional de manejo del Fuego, Greenpeace, aéreos, en la zona del morro, el cubridor norte de la boca del cañadón, cerca del arroyo Derrumbe. Las condiciones climáticas son en este momento críticas y extremas.
En la zona del Desemboque, los focos secundarios fueron finalmente apagados pero el cerro Currumahuida está en este momento con fuego en las tres cuartas partes de la ladera superior, en la zona de Lago Puelo, a la altura de la calle Graziano, donde trabajan camiones hidrantes. El ingreso a la zona recreativa del Parque Nacional Lago Puelo está cerrada.
Esto aún no afecta viviendas afortunadamente gracias al trabajo denodado tanto de brigadistas como de Bomberos Voluntarios, aunque lamentablemente el fuego no está circunscripto y el incendio en ambos lugares es muy grande señalaron desde la emisora en contacto directo con FM La Petrolera 89.3 MHz.
“Es un día complicado para nosotros, se está recibiendo apoyo de Nación, hay tres aviones hidrantes trabajando, un helicóptero, se congregaron Bomberos de distintas partes de la provincia en un marco desesperante porque la necesidad es mucha y el fuego avanza no sin control porque los trabajos son muchos pero hoy la necesidad pasa más por una lluvia que por cualquier otra cosa”, cifraron.
Esto, claro, complica la posibilidad de contar con turismo. Hay muchas zonas que normalmente se utilizan para el turismo, como el Desemboque y Puerto Patriada, que en este momento solo están disponibles para los pobladores locales para su tránsito.
Para peor, se dio cuenta desde allí que en estos días hay bajas temperaturas, bajos valores de humedad relativa, el viento que no ayuda tampoco porque viene desde el norte y las temperaturas máximas que sobrepasan los 30 grados convierten a la zona en algo no previsto e inédito, donde el índice de incendio era antes de comenzar los mismos extremo, como nunca se había visto antes en la zona de la Cordillera Patagónica, lo que no ayuda justamente a contener el fuego, lógicamente.
En el lugar se trabaja a destajo, día y noche. No han parado, los aviones hidrantes van y vuelven constantemente, todos dejan todo.
En cuanto a la intencionalidad o no del siniestro, aún no se pudo corroborar fehacientemente pero de hecho hay versiones de personas que podrían estar involucradas y que fueron vistas haciendo uso del fuego en el lugar, aunque aún no una determinación oficial sobre esto.
