Un individuo de 38 años con pesados antecedentes en Trelew y Puerto Madryn, es el principal sospechoso de haber asesinado con una terrible golpiza a Héctor Fabián Rogel (39) y luego seccionado sus miembros que esparció en tres bolsas de nylon negras por los alrededores del barrio.
Ya con las primeras horas de la tarde, la Brigada de Investigaciones conjuntamente con la Seccional Quinta habían recabado dos testimonios relevantes en la causa como para solicitar luego una orden de allanamiento al domicilio del sujeto de apellido Muleman, situado sobre Miguel Amado 3.091, de la zona alta del barrio Moure.
Al testimonio de una vecina del lugar que dijo haber escuchado gritos desgarradores a eso de la una de la mañana, se habría sumado el de otro testigo ocular que dijo estar semidormido cuando el dueño de casa y su mujer embarazada salieron al patio con la víctima que se encontraba indefensa por su estado de ebriedad, señala hoy el diario Crónica.
Otra cosa que llamó poderosamente la atención a los investigadores policiales es que a tempranas horas de la mañana cuando realizaron inspecciones oculares en los alrededores donde encontraron los restos esparcidos, es que el patio del domicilio anoche allanado había sido limpiado y barrido y estaba muy barroso, como si hubieran querido limpiar el escenario del crimen.
De todas maneras, en el interior de la casa habrían detectado signos de alguna violencia, manchas de sangre que posiblemente el perito de Criminalística pueda confirmar con el químico luminol.
Y, lo que prácticamente constituye una prueba irrefutable es lo que se detectó anoche a última hora, cuando efectivos de la Brigada hallaron en el interior del predio allanado una mano del hombre descuartizado.
Asimismo, pudo saberse que a un costado de las tres bolsas de residuos negras encontradas en la calle donde habían metido los restos de la víctima, encontraron una cuarta bolsa color verde en cuyo interior hallaron el cadáver de un can, cuya muerte se habría producido por un palazo en la cabeza.
El cuerpo del can también fue examinado por el perito forense y extrajeron muestras de su hocico por si mordió a alguna persona saliendo en defensa de la víctima humana.
Es que tanto el cadáver del hombre asesinado como del perro no presentaban aún el rictus del rigor mortis, haciendo presumir que sus muertes pueden haberse producido casi a una misma hora.
Por el momento, las sospechas son firmes y algunos elementos de prueba contundentes. El sospechoso no se encontraba en el domicilio y lo habían visto salir en horas de la tarde acompañado de su mujer embarazada, pero su detención era inminente, según dejaron trascender las fuentes policiales vinculadas a la causa.
